A propósito de que tuve el honor de participar como observador en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú el pasado domingo 6 de junio, creo oportuno referirme a ese importante acontecimiento, no sólo para el Perú y los peruanos, (representados en el país por el embajador Augusto Freyre Layzequilla), sino para toda América Latina y la política de estos tiempos en general.
Lo que sucedió en Perú, desde la primera vuelta electoral y elecciones legislativas el pasado 11 de abril, es para darle seguimiento, además de que envían un claro mensaje de que hoy más que nunca nada está escrito en la política.
Para la primera vuelta, Pedro Castillo apenas aparecía en las encuestas, en las últimas mediciones con un posible 5 % en octavo lugar de 18 candidatos, lo que ya era un avance, pero nadie imaginó lo que sucedió.
Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre, obtuvo el 18.95 % y 37 congresistas, Keiko Fujimori de Fuerza Popular, que sí aparecía entre las primeras en las encuestas, un 13.4 % con 24 congresistas.
Ellos dos se enfrentaron en la segunda vuelta. El resultado es que Pedro Castillo aventaja a Keyko Fujimori con más de 40 mil votos, lo que parece es irreversible, o sea, que el próximo presidente de Perú a partir del 28 de julio será Pedro Castillo.
Pero, ¿quien es Pedro Castillo? Es un profesor de escuela de primaria que se destacó al frente del gremio de profesores de Perú, dicho sea de paso, muy poderoso. Su símbolo es un lápiz, con el que se van a escribir los cambios del Perú, su lema es “No Más Pobres en un país Rico”.
¿Qué propone Pedro Castillo? Lo primero es convocar una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Constitución. Según él para darle al pueblo su verdadera Constitución, nacionalizar el gas, el litio, Machu Pichu, recuperar la soberanía, revisar los contratos-ley (de cada 100 soles 70 % se van a las empresas extranjeras), y concesiones, inversión extranjera organizada, renunciar a los sueldos altos, él seguirá con el sueldo de maestro, propone un 10 % del PIB para la Educación.
Los pueblos están demandando cambios, es lo que concluimos por la elección de Pedro Castillo en Perú. Aunque queda la pregunta, ¿podrá Castillo ser una diferencia real? Yo espero que sí, lo necesita el Perú y la política en general.