Elecciones en España: dejan un complejo escenario

Elecciones en España: dejan un complejo escenario para formar gobierno y la posibilidad de repetición electoral

Elecciones en España: dejan un complejo escenario para formar gobierno y la posibilidad de repetición electoral

Kenia del Orbe

Este domingo 23 de julio en España más de 37 millones de electores estaban convocados a participar de la fiesta de la democracia que representa para cualquier país la celebración de las elecciones generales, en este caso anticipadas. Estas elecciones han sido muy peculiares por varias razones: se creó gran expectación; mucho entusiasmo; se dice que las más decisivas de los últimos 20 años; además porque fueron celebradas en plena vacaciones de verano, algo insólito en España, lo que provocó que el voto por correo marcara récord histórico, pues Correos informó que admitió 2.471.935 votos por correo. Por otra parte, adquiere una relevancia especial porque se ha valorado el primer Gobierno de coalición de la democracia.

Analizando los resultados de las elecciones, con una participación que superó el 70%, los datos arrojan un complejo escenario de gobernabilidad por la dificultad que se pudiera presentar a la hora de negociar los pactos electorales y la posibilidad de repetición electoral en caso de darse un bloqueo, ya que de 350 diputados que conforman el Congreso de los Diputados, se necesitan 176 para gobernar con mayoría absoluta. Con los datos que profundizamos más adelante, vemos que los pronósticos de las principales encuestas se alejaron de la realidad, ya que pronosticaron una mayoría absoluta al bloque de la derecha.

Es evidente que el ganador ha sido el Partido Popular de derecha (PP) con Alberto Núñez Feijóo como candidato, que ha obtenido 136 escaños, es decir, 47 diputados más que las elecciones del 2019. Pero no suma la mayoría de 176 escaños que se requiere para gobernar, pues los números no le llegan sumando los escaños del partido de ultradecha de Vox, que se quedó con 33 diputados y perdió 19 en comparación con los comicios anteriores, tampoco alcanza si agregamos el apoyo del partido de centroderecha, Unión del Pueblo Navarro (UPN) con un escaño, por lo que el bloque de la derecha se quedaría fuera de La Moncloa, dejando en el escenario la posibilidad de que el bloque de izquierda pueda formar gobierno, o que en un caso extremo se tenga que volver a las unas en unos meses.

Por otra parte, con la otra lectura de los resultados, vemos que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de izquierda, con Pedro Sánchez como candidato, ha resistido contra todo pronóstico una posible debacle electoral como vaticinaban las principales encuestas y la oposición de la derecha. En este caso, aunque se queda como la segunda fuerza política con 122 escaños, 2 más que las elecciones del 2019, tiene la posibilidad de revalidar o reeditar su gobierno progresista de coalición. Pero todo va a depender del poder negociación que pueda ejercer con otras fuerzas políticas de izquierda y nacionalistas para lograr un posible pacto de investidura de un bloque de izquierda.

Otra clave que nos dejan los resultados, es que observamos el cuarto lugar que obtuvo la coalición de izquierda que integró a Podemos llamada Sumar, que es la nueva plataforma creada por Yolanda Díaz, quien también es la vicepresidenta segunda del Gobierno de Pedro Sánchez, aunque no logró sumar en escaños como se esperaba, los resultados no han sido tan malos, pues se quedan con 31 escaños. Mientras que los independentistas catalanes representados por los partidos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCAT) obtuvieron 7 diputados cada uno, quienes se convierten en una ficha clave para que Pedro Sánchez pueda quedarse en el Gobierno.

Además, los resultados nos obligan a pensar que, el grave error del PP fue creerse vencedores y acomodarse pensando que los resultados de las pasadas elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo podrían leerse en clave nacional y obtener una mayoría absoluta como esperaban, que, aunque gracias al discurso del voto útil lograron obtener el mejor resultado, pero menos de lo que esperaban.

Por otra parte, tal y como habíamos adelantado en artículo anterior sobre las citadas elecciones del pasado mes de mayo, hemos visto que Pedro Sánchez y los partidos a la izquierda del PSOE han logrado una movilización extraordinaria de los votantes de izquierda. Para frenar un posible gobierno de “PP-Vox” se centraron en apelar a lo que en comunicación política llamamos el voto del miedo, resaltando en sus discursos de campaña los pactos entre los populares y Vox.

Ahora bien, la realidad es que, para el PSOE formar gobierno el escenario de pactos y negociaciones se torna un poco complejo, pues la llave de un posible gobierno de coalición con el apoyo de Sumar y demás partidos nacionalistas, recaería especialmente en manos del independentismo con Junts per Catalunya, quienes, tras los resultados a través de Miriam Nogueras, cabeza de lista, han manifestado que, «no haremos presidente a Sánchez a cambio de nada (…) no me va a temblar el pulso en continuar manteniendo la posición y no haremos presidente a Sánchez a cambio de nada. Nuestra prioridad es Cataluña, no la gobernabilidad de España».  Por lo que el escenario queda abierto a las citadas negociaciones, o de lo contrario un bloqueo forzaría a España a tener que abocarse a una repetición electoral. Ahora solo queda estar atentos al complejo proceso de negociación que se avecina.