Luego de todas las festividades del período navideño, los dominicanos estamos convocados para el 16 de febrero participar en el proceso electoral donde serán elegidos alcaldes, regidores, vicealcaldesas, y además directores y vocales de los diferentes municipios y distritos municipales de todo el país.
Las elecciones municipales de éste febrero deberán cambiar la composición de las salas capitulares y los alcaldes con unos 3,849 plazas, de ellas las alcaldías de los 158 municipios donde también las vicealcaldes serán elegidas; en total 316 puestos. También se escogerán 2,328 cargos a regidores y sus suplentes, con un promedio de 1,164 posiciones entre los diferentes aspirantes de los partidos políticos.
En el nivel municipal, además se elegirán 235 directores y subdirectores, para un promedio de 470 cargos, a debatirse junto a los 735 vocales que deberán seleccionarse.
En un país como el nuestro tan politizado, donde se asume la política casi como un deporte, lo de febrero será una oportunidad donde la calidad de la democracia tome otro matiz, en materia de participación de la ciudadanía y el desempeño de los actores de sistema político.
Las promesas de las campañas no podrán quedar tan solo en papel y pronunciamientos, la ciudadanía debe jugar su rol y dar seguimiento a los candidatos que resulten electos. El beneficio de salir electo a un cargo público es para garantizar la confianza depositada por los votantes y dar cumplimiento a los programas y proyectos en beneficio de estos y las comunidades.
Estas también serán una oportunidad para la vigilancia ciudadana ante la desfachatez de compra de votos en la puerta de los centros de votación, y dar votos de castigo a los representantes que nunca les representaron.