El vergonzoso caso de Novak Djokovic

El vergonzoso caso de Novak Djokovic

El vergonzoso caso de Novak Djokovic

Hugo López Morrobel

Nunca imaginé que atletas de primer nivel de cualquier deporte, aunque es una posición que se respeta, se negaría a vacunarse contra el Covid-19, pandemia que azota el mundo en forma despiadada desde hace casi dos años.

La posición adoptada por las autoridades de Australia ante la exención que obtuvo el tenista serbio Novak Djokovic debe ser respaldada por todos, porque es crucial para su control.

No se puede permitir que un ciudadano cualquiera, no importa su rango o nivel dentro de la sociedad, quiera exponer a los demás al contagio, en franca violación a los protocolos sanitarios impuestos por todas las organizaciones de salud a nivel mundial.

Aunque el juez de Corte, Anthony Kelly, en un fallo lamentable y que puede dar paso a que otros se nieguen a vacunarse, sorprendió a todos al restaurar la visa del tenista.

Las autoridades, con toda la razón del mundo, cancelaron la pasada visa, porque éste no cumplía los criterios para una exención al requisito de que todos los viajeros sin ciudadanía australiana completaran su vacunación para entrar en el país.

Otros atletas, en especial estelares de la NBA, también han sostenido una postura similar, lo cual deja mucho que desear.

Ojalá y las autoridades en todo el mundo se mantengan inflexibles ante estos ciudadanos, que en vez de ser ejemplo para todos, se han convertido de la noche a la mañana en entes que no valen una guayaba podrida.

Cuando líderes deportivos de esa envergadura se rebelan ante medidas justas que afectan a los demás se les debe repudiar sin contemplaciones, porque el mundo de hoy no está para aceptarle a nadie que juegue con la integridad física y mental de los demás.



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