La historia del Jardín del Edén es una de las más conocidas de la Biblia.
Explica cómo Adán y Eva, los primeros seres humanos, pecaron, fueron separados de Dios y expulsados del Paraíso.
¿Cuánto sabes realmente de la historia?
¿Por qué tantos asocian al Caribe con el Paraíso?
¿Sabes, por ejemplo, que el diablo y la manzana, aunque bien conocidos, no están mencionadas en la versión de la historia que aparece en el Génesis, el primer libro de la Biblia?
Aun más sorprendente es el hecho de que hay una segunda versión corta del Edén en la Biblia, que aparece en el libro de Ezequiel.
No contiene ninguna referencia a Eva y algunos académicos creen que fue escrito antes que el Génesis.
Revela una narrativa muy diferente, en la que un poderoso rey fue expulsado del jardín por comerciar, usar la violencia y por decir que era como Dios.
Explora las imágenes a continuación para conocer algunos de los aspectos fundamentales de la historia del también llamado «Paraíso terrenal».
Dónde queda el famoso jardín
La Biblia insinúa algunos posibles lugares en los que estuvo el Edén.
Por siglos, teólogos, historiadores y exploradores han intentado establecer dónde se encontraba y cómo era.
Estas son algunas de las teorías que se han formulado:
Irak: hay una referencia en el Génesis que apunta al río Éufrates.
El Éufrates cruza Irak. Una teoría popular sostiene que ahí se encontraba el Edén, en la antigua cuna de la civilización.
Jerusalén: la historia del Génesis menciona el Gihón, uno de tres ríos que cruzaban el Edén.
La Fuente del Gihón se encuentra en Jerusalén. Para algunos académicos, esto es evidencia de que ahí se encontraba el verdadero Jardín del Edén.
Irán: hay textos sumerios antiguos que hacen alusión al Edén.
Estos textos y cierta evidencia arqueológica se han utilizado para sustentar la teoría de que el Edén estaba ubicado en una planicie del norte de Irán, cerca de Tabirz.
Venezuela: Cristóbal Colón creía que muchos de sus viajes estaban inspirados por la divinidad.
Cuando llegó a Venezuela, creyó que había encontrado el Edén. Apoyó esta idea con una teoría de que la Tierra tenía forma de pera, y que el Edén se encontraba en su punto más alto.