Renaldo Bodden
El triunfo del Licey adquirió más valor porque echó por el suelo aspectos “lógicos” del mil veces “ilógico” juego de pelota.
La tropa azul surge del sótano y destrona al Escogido, bicampeón, ganador en la serie regular y puntero en la ronda semifinal.
También se sobrepuso a 33 boletos concedidos por 14 recibidos y 14 errores contra seis, aunque siete fueron en un juego.
Las puntas ofensivas no tuvieron comparación: Emilio Bonifacio (.212), Engel Beltré (.194), Erick Aybar (.173) y Juan Francisco (.185) contra Eury Pérez (.303), Gregory Polanco (.296, 10 boletos), Pedro Ciriaco (.355) y Carlos Santana (.167, 12 pasajes).
Hay más, pero me luce que por ahora los sabermétricos tendrán mucho trabajo para cuadrar esos números.
Créditos para Miguel Guerra (presidente), Manny Acta (gerente general) y José Offerman y Mike Guerrero (dirigentes), arquitectos de la corona 21, junto a sus equipos de trabajo. Completan: Águilas (20), Escogido (15), Estrellas (2), Toros (2) y Gigantes (0).
Como decían Tano y Atilio, justificando los fracasos verdes, “recuerden que siempre hay un octubre”. Licey campeón, Licey campeón, Licey campeón!!!
