Brasilia.-El juez del Tribunal Supremo de Justicia brasileño encargado de investigar la supuesta injerencia del presidente, Jair Bolsonaro, en la Policía, Alexandre de Moraes, ha extendido este viernes la investigación durante 60 días más, y ha solicitado al fiscal general la necesidad de la declaración de Bolsonaro en el caso.
La decisión se da un día después de que Bolosonaro solicitara que los informes de De Moraes sean remitidos a la Policía Federal para «elaborar un informe final», y de que comunicara al tribunal que no acudirá a declarar en el caso que lo investiga por posibles injerencias en la Policía General.
En este sentido, De Moraes también ha solicitado al fiscal general del país, Augusto Aras, que exprese su opinión sobre la necesidad de la deposición del presidente, aunque la última palabra la tiene el juez del Supremo, tal y como recoge el periódico local ‘Folha’.
La investigación, iniciada a raíz de las acusaciones del que fuera uno de sus hombres importantes en el Gobierno, el exministro de Justicia Sergio Moro, se encontraba paralizada desde el pasado 17 de diciembre de 2019 debido a la incertidumbre de la comparecencia o no del presidente Bolsonaro.
No obstante, se retomó en abril, después de las últimas revelaciones entregadas por Moro, quien presentó un vídeo en el que Bolsonaro aseguraba que tenía «el poder» para «interferir» en todos los ministerios.
Bolsonaro alude en el vídeo a que no va a esperar a que perjudiquen a «toda su familia o a sus amigos» porque no pueda «cambiar» a algún cargo. «Va a cambiar, si no puede cambiar, cambias al jefe, ¿no puedes cambiar al jefe?, pues cambias al ministro», decía en el video.
«Tengo el poder e interferiré en todos los ministerios, sin excepciones. En la banca, hablo con Paulo Guedes (ministro de Economía) por si tuviera que interferir. No tengo ningún problema con él, cero problemas. Con los demás también lo haré, no me pueden sorprender las noticias», dijo Bolsonaro, según la imágenes que publicó el que era por entonces responsable de la investigación, el ya retirado juez del Supremo, Celso de Mello.
Fue Moro quien avanzó ante la Fiscalía los supuestos intentos de Bolsonaro en inmiscuirse en las labores de las fuerzas policiales: «Moro, tú tienes 21 superintendencias, yo tan sólo quiero una, la de Río de Janeiro». Este es el texto que según el antiguo titular de Justicia habría recibido del presidente en el mes de marzo a través de un mensaje de WhatsApp cuando se encontraba en Washington de viaje oficial.
Las pesquisas contra el presidente se intensificaron después de que uno de los primeros cambios ordenados por el nuevo jefe de la Policía Federal, Rolando Alexandre de Souza, haya sido cambiar de puesto a Carlos Henrique Oliveira, quien dejó la Superintendencia de Río de Janeiro.
En su testimonio, Moro apuntó a que los primeros intentos de Bolsonaro por reemplazar al director de la Policía en Río de Janeiro comenzaron en agosto de 2019 cuando el propio presidente solicitó «verbalmente» la destitución de quien por entonces ocupaba el cargo, Ricardo Saadi.
Tanto en esa ocasión como en las últimas fechas, Bolsonaro, continuó Moro, propuso la candidatura del comisario Alexandre Ramagem, cuya amistad con la familia Bolsonaro, en especial con dos de sus hijos, es públicamente conocida. No obstante, el Supremo bloqueó este nombramiento y se optó por nombrar a De Souza, hombre de confianza de Ramagem.