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El tránsito y el empresariado

Frederich Bergés
📷 Frederich E. Bergés

Al leer el título, algunos se podrán preguntar qué tiene que ver el empresariado en el debacle del tránsito en el país, sobre todo en la ciudad de Santo Domingo. La respuesta es fácil: el tiempo que se pierde es dinero. Mas dilataciones, mayores costos de fletes y, por ende, de las mercancías y servicios que se aportan a la economía nacional.

Por esta razón y por el reclamo en todas la instancias, las autoridades recién anunciaron otra cruzada para resolver este grave problema, ahora bajo el lema “RD se mueve”.

Desafortunadamente, por lo que se ha sabido y visto hasta ahora, esta campaña luce ser un nuevo bulto publicitario para intentar convencer incrédulos de que ahora sí se habrán de solucionar los problemas.

Sin embargo, este plan no se le ha dotado de al menos sesenta grúas acompañadas de 120 patrullas motorizadas especializadas para remover de las vías a quienes ocupan parqueos ilegales en aceras, paralelos en un misma calle o en zonas prohibidas. Peor aún, los famosos parqueos públicos, de la cual esta ciudad requiere decenas, aún permanecen en los abultados anuncios publicitarios sin solución alguna.

Un país con millones de motocicletas en manos de extranjeros ilegales o simples desaprensivos, donde apenas unos cuantos miles están dotados de licencias, no puede estar pregonando que solucionará los problemas del tránsito. El régimen actual, sin consecuencias para los mal llamados padres de familia o políticamente influyentes sindicatos, tiene hundido el tránsito del país.

Y ni hablemos del tema de la seguridad. Esta noción de seguridad se ve violentar frecuentemente en accidentes con motoristas donde el conductor afectado por los irrespetuosos motoristas es rodeado y conminado a doblegarse sin que medie autoridad alguna.

El horror del tránsito no se resuelve con dictámenes de no doblar a la izquierda, pintando letreros o costosas campañas publicitarias. La real solución está en ponerse los pantalones, enfrentar aprensivos e imponer un régimen drástico de consecuencias. Lo demás es bulto, allante y movimiento.

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