
Un padre de familia que había huido con sus tres hijos hacia una zona remota de Nueva Zelanda hace casi cuatro años murió mientras era perseguido por la policía local.
Así fue el final de Tom Phillips, quien a finales de 2021 desapareció con sus hijos y desde entonces no había sido capturado a pesar de que se había desplegado una intensa búsqueda policial para dar con su paradero.
Su muerte marca el final de una historia que había conmovido al país y era considerada uno de los grandes misterios recientes de Nueva Zelanda.
De acuerdo a los reportes de las autoridades, Phillips murió en una persecución policial en la madrugada de este lunes, en la que también un agente de seguridad resultó gravemente herido.
En medio del operativo, los policías pusieron clavos en la vía para detenerlo y eso causó que el vehículo se saliera de la carretera por la que iba.
De acuerdo al relato del jefe de la policía local, Jill Rogers, cuando los uniformados se acercaron a la moto fueron recibidos con disparos. La policía respondió al ataque y uno de ellos recibió un disparo en la cabeza.
Entonces una segunda patrulla llegó al lugar y abatió a Phillips.
Aunque el cuerpo no ha sido identificado formalmente, la policía señala que se trata del padre fugitivo.
Gracias a la información que brindó el niño que iba con Phillips, los otros dos hijos fueron hallados luego en un campamento ubicado en una zona aislada dentro del bosque.
Aunque la madre de los niños ya fue informada de lo ocurrido, se desconoce quién quedará a cargo de ellos tras la muerte de Phillips.

El misterio de la desaparición
Cat, como se conoce a la madre de los niños, le dijo a un medio en Nueva Zelanda que estaba "muy aliviada" de que toda esta situación hubiera terminado, especialmente porque "había echado de menos a sus hijos" cada día durante los últimos casi cuatro años.
"Sin embargo, no puedo evitar sentir tristeza por todo lo ocurrido en este día".
De acuerdo al relato de las autoridades, Phillips había logrado evadir a la justicia desde que no se había presentado en una corte de apelación en 2022.
Antes de desaparecer, Phillips y sus hijos vivían en Marokopa, un pueblo en la zona de Waikato.
Quienes lo conocían lo describían como una persona con muchas habilidades para la caza y para sobrevivir en zonas alejadas y silvestres.
La teoría de las autoridades era que el hombre se llevó a sus hijos después de perder la batalla legal por su custodia.
La localidad de Marokopa está en un paisaje agreste, cerca de la costa donde hay una densa vegetación en terreno pedregoso, que además está conectado mediante una larga cadena de cuevas que se extiende por miles de kilómetros.
Los vecinos de la zona conocían a Phillips por sus habilidades de supervivencia y su capacidad para construir refugios y proveerse de comida en la naturaleza.
Pero a pesar de sus habilidades, hubo signos de que el fugitivo estaba desesperado por conseguir recursos.
Desde 2023, Phillips y sus hijos habían protagonizado numerosos robos en tiendas de tecnología y de alimentos.
El pasado octubre, un grupo de adolescentes los vio caminar por uno de los bosques y filmaron el encuentro.
En las imágenes, se podía ver a Phillip y los tres niños con ropa de camuflaje y llevando sus propias maletas.
Los adolescentes hablaron brevemente con uno de los menores y le preguntaron si alguien sabía dónde estaban.
El niño respondió "solamente ustedes" y siguió caminando.

Intensa búsqueda
El año pasado, se emitió una orden de arresto en contra de Phillips por su supuesta participación en un robo a un banco en Te Kuiti, en el norte del país.
La policía señaló que había tenido un cómplice durante el robo.
De hecho, durante los años que duró su huida, muchos se preguntaron si Phillips habría recibido ayuda de la comunidad de Marokopa, una ciudad con poco más de 100 habitantes.
La muerte de Phillips tiene lugar menos de un mes después de que su familia le pidiera directamente que regresara a casa.
En una entrevista con el medio local Stuff, su hermana Rozzi había dicho que la familia estaba "lista para ayudarlo a superar lo que necesita superar".
"Tengo muchas ganas de volver a verlos a todos y ser parte de sus vidas", dijo entonces.
El primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Luxon, describió los hechos ocurridos este lunes como "tristes y trágicos".
"Esto no es lo que nadie quería que sucediera hoy. Creo que es un sentimiento compartido en toda Nueva Zelanda", dijo durante una rueda de prensa.
Otros neozelandeses señalaron su preocupación por el bienestar de los tres hijos tras la muerte de Phillips.
Marlene McIsaac, residente del distrito de Waitomo, dijo que le hubiera gustado que el misterio hubiera tenido un final más feliz.
"Por los niños, ¿sabe? Los niños estarán devastados", declaró la mujer al medio local 1News.