Santo Domingo.-La espontaneidad y sinceridad de Zoila Martínez Guante, defensora del Pueblo, no le permite esconder que en el inicio de su gestión derramó muchas lágrimas.
“Lo que puedo decirles es que he llorado mucho, sí… me equivoqué, porque el equipo con que fui escogida no tenía igual visión que yo en relación a ley 19-01 y la Constitución de la República, y me dejó sola”, confiesa Martínez al ser abordada de si se siente satisfecha hasta ahora con su labor.
A seguidas dejó entrever que sus discípulos entendieron por la fuerza y luego por la razón. Se sintió abrumada con la cantidad de gente que le llegaba a su residencia en busca de ayuda, ante la falta de espacio para brindar sus servicios y clamó a Jesucristo: “Ayúdame… socórreme, porque la gente se ha mudado para mi casa…”, remembró.
Para ella, el pueblo confundió a la Zoila que le oye y ayuda con la que tiene que defender los derechos humanos.
La mejor muestra a su entender de que ha llenado su cometido es que lo último que le aconteció fue que la Contraloría General de la República la felicitó por el buen el manejo dado a los fondos que le transfiere la Dirección de Presupuesto, RD$150 millones al año.
“Hemos hecho un ahorro de más de ciento y pico de millones de pesos, los cuales están depositados en certificados en BanReservas, a fin de obtener la sede de la Oficina del Defensor del Pueblo”, adelantó Zoila Martínez Guante.
Otra satisfacción es haber resuelto 2,059 casos y están en vía de solución unos 703 más.
Quejas vs. limitación
La generalidad de las quejas recibidas, dijo, se han circunscrito a reclamos por abusos que comenten funcionarios contra empleados públicos; el cobro abusivo del servicio energético y telefónico, así como por diferencia de los precios de combustibles respecto a los del mercado mundial.
Entre las limitaciones que enfrenta, citó la falta de un espacio para establecer formalmente la Oficina del Defensor del Pueblo, la creación de siete departamentos y contratar los servicios de abogados constitucionalistas y administrativos.
Reconoció la necesidad de implementar una campaña educativa masiva para darle a conocer a la población los derechos humanos consagrados en la Constitución, labor que desarrolla tímidamente.
Dentro de sus pretensiones aspira dejar como legado, al término de su gestión, una ciudadanía educada respecto a la defensa de sus derechos, independientemente de sus diferencias de clases, e insiste en que la gente reclame y lleve sus quejas ante la Policía Nacional y frente a los ministros, que son transitorios en los puestos..
Empoderamiento
La funcionaria añadió que el éxito de esa entidad dependerá en un 50 por ciento del empoderamiento de la población a exigir lo que la Ley le confiere.
Martínez Guante insiste en le dieron la representación del cargo, pero a su juicio hay que crear cimientos fuertes legales que hagan respetar la labor del Defensor del Pueblo.