La casi segura aprobación por parte del Congreso Nacional a una extensión del toque de queda por otros 45 días, coloca en una situación cada vez más delicada la realización del próximo torneo de béisbol profesional.
Desde principio se informó que iniciará sin aficionados en los estadios, pero el alargamiento del toque de queda, disminuirá sus ingresos porque es casi seguro que disminuya el interés de los posibles patrocinadores privados, debido a que es un caso inédito, producto de la pandemia.
Si bien es cierto que el gobierno ha anunciado el apoyo irrestricto, no es menos cierto que en las actuales circunstancias, podría no estar en capacidad de brindarle toda la ayuda económica que requiere el montaje, dado que tiene otras prioridades, aunque le sería conveniente, políticamente, dar pan y circo a las masas
Habrá que esperar la evolución de los acontecimientos para saber a ciencia cierta, las probabilidades de éxito del torneo 2020-2021, en el que los seis equipos ya han anunciado refuerzos y el inicio de los entrenamientos.
Se nos fue un grande
El deceso a los 77 años del inmortal de Cooperstown Joe Morgan, integrante de la Gran Maquinaria Roja de Cincinnati, sorprendió ayer al mundo del béisbol.
Para los que seguimos a ese “trabuco”, Joe constituyó la espina dorsal del mismo, debido a su agresividad y su sentido de liderazgo motivacional entre todos sus compañeros, incluido los dominicanos Cesarín Gerónimo y Pedro Borbón.
Pero en ese conjunto estaban además, muchos otros grandes, como Pete Rose, Johnny Bench, David Concepción, Tany Pérez, George Foster y Ken Griffey. Sencillamente, un conjunto de estrellas que puso a sus seguidores de disfrutar de grandes triunfos.
RADARES.- Los dominicanos deben acostumbrarse pronto ver a su compatriota Elvis Rodríguez como máxima figura en las grandes carteleras de boxeo de Estados Unidos. Rodríguez es un noqueador natural, cuyas peleas no pasan del cuarto asalto, y en su última presentación, el pasado viernes, fulminó en el tercero al filipino Cameron Krael…Cada quien vive su época y la define como la más extraordinaria, aunque no sea real.
Forja a sus ídolos y los mantiene en su mente como el más prolífero. Por eso, es el tiempo el que determinar sus proezas, mediante métodos estadísticos y otras ramas de las ciencias, por lo que cuando LeBron James termine su carrera será cuando se podrá evaluar objetivamente, si fue inferior o superior al inmortal Michael Jordan.