Santo Domingo.-Luego de un largo enero, febrero empezó y de qué forma, con un movimiento de tierra de magnitud 5.3 que hizo, al sacudir gran parte del país, la función de alarmas para muchos que seguían dormidos y debían salir a sus actividades diarias.
“Se sintió muy fuerte”, “mi cama se movía, pero miraba a qué esquina de mi habitación podía irme”, “todos bajamos del edificio”, son solo algunas expresiones que desde tempranas horas se podían leer en grupos de chat y diferentes historias en redes sociales.
Algunas de las anécdotas llevan a cuestionarse si el país está realmente preparado ante la ocurrencia de fenómenos naturales de la categoría de un sismo.
En cuanto a lo individual, el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), mayor general Juan Manuel Méndez García, reconoció que a pesar de los esfuerzos que realizan desde hace varios años, hay mucho desconocimiento por parte de la población sobre cómo actuar cuando hay un sismo.
Falta instrucción
“El desconocimiento produce pánico, esa es de las situaciones; ese trecho que debemos vencer entre autoridad y población”, sostuvo Méndez, al destacar que deben seguir cultivando la formación a través de los ejercicios que llevan dos años consecutivos realizándose, que son los simulacros.
Se recuerda que el COE junto a otras instituciones públicas y privadas hacen estos operativos para explicar a sus colaboradores y estudiantes como protegerse y qué hacer durante y después de un sismo.
En tanto que, Eliseo Cristopher, presidente de la Confederación Dominicana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Copymecon), dijo que las infraestructuras que realizan los ingenieros son seguras porque cumplen con todos los permisos y normativas de lugar.
Sin embargo, indicó que estas construcciones son superadas por aquellas que se levantan de manera ilegal, sin permisos de los ayuntamientos y realizadas por maestros constructores.
En ese sentido, experto en manejo de riesgo y seguridad, Peter Bäckman, advirtió que la mayoría de las edificaciones e infraestructuras críticas del país no cumplen con los requisitos de construcción para enfrentar eventos sísmicos e impactos del cambio climático.
Sobre el sismo
Por su ubicación geográfica, el país siempre ha sido vulnerable debido a unas 14 fallas existentes en la isla y es lo que sucedió este miércoles a las 7:11 de la mañana, cuando se registró un sismo de una magnitud 5.3 en la escala de Richter a 37 kilómetros de Las Calderas, en Baní, localizado en La Trinchera de Los Muertos.
Esto así, de acuerdo con el director del Centro Nacional de Sismología (CNS), Ramón Delanoy, quien recordó que la isla es originada de la actividad volcánica y telúrica.
El geólogo Osiris de León detalló que el epicentro fue en la zona marina al sur de Baní, específicamente, en una de las ramificaciones de la falla de Enriquillo-Plantain Garden que cruzan al sur de Santo Domingo.
Tras el evento sísmico, el COE activó su plan de contingencia, con la mesa de infraestructuras para la evaluación de daños.
Aunque en un principio, el COE no reportó pérdidas humanas ni daños a edificaciones, horas más tarde, notificó que varios lugares presentaban grietas producto del sismo.
Actividad sísmica
— Tembló 12 veces
Según datos del Centro Nacional de Sismología (CNS), durante el año pasado se registaron 12 movimientos de tierra, mientras que en lo que va de este 2023, se han reportado tres, siendo los más recientes el de ayer y el 29 de enero.