El seguro, un aliado clave para la continuidad y resiliencia ante desastres

Tener asegurados los bienes e infraestructuras no es un lujo, sino una necesidad estratégica para garantizar la continuidad operativa, la estabilidad financiera y la resiliencia ante desastres naturales o eventos imprevistos.

Así lo afirmó Franklin Glass, presidente de la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (CADOAR), al destacar la importancia del seguro como herramienta fundamental para proteger el patrimonio familiar, empresarial y estatal.

Glass advirtió que lo que puede tomar años construir puede desaparecer en cuestión de minutos si no se cuenta con una adecuada protección.

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“El seguro es el mejor socio financiero que podemos tener para garantizar que, a pesar de las adversidades, podamos mantenernos y recuperarnos en el tiempo”, aseguró a El Día.

El presidente de Cadoar explicó que, mediante el seguro, se transfiere a una aseguradora el riesgo de pérdidas o daños causados por eventos como incendios, terremotos, inundaciones, huracanes, actos vandálicos, entre otros.

“Esto evita que un solo evento pueda desestabilizar o incluso destruir completamente a una familia, una empresa o institución”, puntualizó.

En el caso del sector empresarial, dijo que los siniestros pueden paralizar parcial o totalmente las operaciones.

Destacó que en estos escenarios, el seguro permite recuperar rápidamente la infraestructura, cubrir costos operativos e incluso compensar la pérdida de beneficios durante el período de inactividad, facilitando una pronta vuelta a la normalidad.

Glass también señaló que en muchos sectores, tanto públicos como privados, el uso del seguro es una exigencia legal o contractual.

“Además de ser un respaldo financiero, es una obligación en muchos marcos regulatorios y una garantía en las relaciones entre partes”, destacó.

Subrayó que integrar el seguro dentro de la planificación financiera, ya sea en una familia, una pequeña empresa o un gobierno, brinda no solo respaldo económico, sino también tranquilidad emocional.

“Nos permite gestionar nuestras actividades con una visión de permanencia y sostenibilidad, sabiendo que estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad”, señaló.