Hugo López Morrobel
Tras advertir que varios empresarios están detrás de integrarse a la máxima estructura del Comité Olímpico, recibí ayer una comunicación de Luis Shanlatte, el principal promotor de esa iniciativa, en la cual expresa lo siguiente:
En tu columna del 9 de marzo 2021 titulada “Empresarios van tras el COD” emitiste algunas consideraciones que debo aclarar.
El miedo al desplazamiento es solo eso, miedo. Más del 85% de la dirigencia deportiva nacional es reconocida por la base de su deporte, lo cual no cambiaría con el ingreso de empresarios en el COD.
Quiero ponerte algunos ejemplos en América: En Puerto Rico, el presidente del Banco Popular, Ricard Carion, es miembro del COI desde 1990.
En Colombia, Luis Alberto Moreno, empresario y expresidente del BID, lideró el Comité Olímpico de 2005-2020 y miembro del COI desde 2016.
En México, Mario Vásquez Raña, empresario, fue miembro del COI, presidente Comité Olímpico Mexicano y de la ODEPA.
En Estados Unidos, Avery Brundage, empresario de la construcción, fue presidente del Comité Olímpico de USA 1928-1953 y presidente del COI 1962-1972.
Como observará, la presencia de empresarios nunca pudo cerrarles el paso a los dirigentes naturales. En el país muchos han estado ligados al deporte, como Tony Bendek, Eloy Rodríguez, Luis Manuel Bonetti, Francis Malla, Enzo Mastorolilli, JoséLeón Asencio, Isaac Lif, y en los últimos años Cristóbal Marte, Felipe Vicini y Manuel Estrella, entre otros.
El miedo al desplazamiento y la mediocridad dirigencial nunca lo permitió.
La política del COI es atraer figuras de alto nivel para convertirse en un organismo con representatividad y peso específico.
Para nadie es un secreto que el sectarismo y el pandillerismo de algunos dirigentes que tienen en el deporte su modus vivendi se resisten a dar pasos no solo a empresarios, sino a cualquier otro aun provenga de su propio entorno.
El Comité Olímpico Dominicano, como máximo organismo olímpico, debe transformarse y abrir sus puertas para integrar empresarios ligados al deporte, eso lo hará crecer, le abrirá nuevas puertas, lo fortalecerá y le dará el peso específico que necesita ese organismo en la sociedad.
Tengo aspiraciones de dirigir el Comité Olímpico a partir de diciembre 2022 y sin temor, ni celos de integrar a empresarios al COD, los dirigentes debemos siempre ver el horizonte y más allá de la curva, que es nuestro rol.
