Miami.- El salsero cubano Rey Ruiz afirma que con su nuevo disco “Insuperable”, grabado con una “big band” de respaldo, se volvió “un atrevido de la música” al cambiar el formato y la sonoridad a temas mundialmente muy conocidos.
“La intención no solo era buscar las canciones, sino cambiarle el estilo”, dice Ruiz en una entrevista en Miami, la ciudad donde se estableció hace más de dos décadas.
Producido por el propio Ruiz junto al arreglista y trompetista colombiano José Aguirre, director del famoso grupo Niche, “Insuperable” reúne éxitos de la música internacional como “Corazón, Corazón”, “El amor es libre”, “Quién” y “Smile”, de compositores tan reconocidos mundialmente como José Alfredo Jiménez, Charles Aznavour y Nat King Cole.
VERSIONES NUEVAS CON CAMBIO DE ESTILO
“Las big bands me encantan primero por escuchar a (Frank) Sinatra y luego a Michael Bublé, pero en realidad la idea surge de una invitación que me hizo José Aguirre para participar en un proyecto con artistas internacionales. Yo era uno de ellos”, explica el cubano sobre su trabajo con la Cali Big Band, en 2021.
Grabó “No puedo quitar mis ojos de ti” (Can’t Take My Eyes Off You), porque no sabia si podía grabar todo un disco y cuando se escuchó se dijo «‘me encantaría hacer un disco así”, recuerda Ruiz.
“Insuperable”, disponible en plataformas digitales, incluye ocho temas y arranca con “Si me comprendieras”, una canción del cubano José Antonio Méndez, que en Colombia no se conocía.
“En Colombia conocen toda la música cubana, pero esa canción nunca se promocionó allí. José (Aguirre) le hace el arreglo y me quedé impresionado por lo bien hecho que estaba”, explica sobre la versión de un tema originalmente del movimiento “filing” cubano.
“A mí me encanta esa versión y me hace lucirme como un atrevido en la música”, dice sobre este conocido tema originalmente cantado por Méndez a base de guitarra.
“La intención no solo era buscar las canciones sino cambiarle el estilo, de ahí que era importante encontrar una metodología del repertorio”, dice Ruiz.
Este disco, el número 17 en su carrera, muestra versiones muy diferentes de “Noche de Ronda” (Agustín Lara), “El amor es libre» (Ricardo Ceratto), “Corazón Corazón” (José Alfredo Jiménez) y “Smile”, de Nat “King” Cole, un tema que el salsero canta a dúo con su hija, Laura Ruiz.
«‘Corazón Corazón’, que es una ranchera, la convertí en un chachachá, sin los violines y la flauta del formato de charanga. ‘Uno’, que es un tango, lo convertimos en danzón, y ‘El amor es libre’, una balada que cantaba Luis Gardey, la convertí en una guajira”, relata.
«‘Smile’ todo el mundo la conoce. Quise atreverme a cambiarle el formato y la sonoridad” a todos estos temas ya famosos, confiesa.
En “Insuperable” hay seis temas con la sonoridad de una big band y dos, entre ellos “Luna negra”, respaldados por la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, dirigida por Juan José Aguirre, hijo de José Aguirre.
“Fuimos canción por canción con la estrategia de buscar países y canciones muy conocidas”, matiza sobre este proyecto, al que ahora quiere “materializar” sobre los escenarios.
“No va a ser una sinfónica que lleva mucha gente, pero sí puede ser una orquesta de cámara en las cuerdas”, unos 24 músicos en total, y de ellos 12 en los metales, adelantó sobre sus próximas presentaciones en vivo.
La primera, adelantó, será en junio en Panamá, y le seguirá el 11 de agosto otra en el Auditorio Nacional de México. “
CANTANDO NO SE NOTAN LOS ACENTOS”
Conocido como “El bombón de la salsa”, “un piropo que se convirtió en sobrenombre”, Ruiz es consciente de que mucha gente cree que es de origen puertorriqueño.
“Cantando no se notan los acentos. La salsa romántica está entre Nueva York, Puerto Rico y Colombia.
Venezuela viene antes con Óscar de León. Pero Puerto Rico tuvo una especialización en eso”, dice el intérprete de “Mi media mitad”, un tema de Gustavo Márquez que figura entre los más conocidos de su repertorio. “Quien me contrata es Sony.
La gente tenía mucho miedo de poner canciones y artistas cubanos en la radio porque no funcionaban. En 1992 sale mi primer disco y la disquera me traslada a Puerto Rico, donde viví siete años”, rememora el salsero.
En Cuba, lamenta, no ha vuelto a actuar desde que dejó la isla.
“Parece que tienen miedo a que uno con un micrófono pueda decir algo que no les guste, pero si algún día me invitan voy a decir que sí. Tengo muchos deseos de cantarle al público cubano”, confesó.