Todo ser humano necesariamente requiere sostener de manera constante relaciones sociales con sus relacionados y no relacionados. Ya que todo movimiento que realiza una persona casi siempre se relaciona con una persona.
En todos los espacios en donde mujer y hombre realizan sus actividades tienen un rose social. En los ámbitos laborales, religiosos, políticos, gremiales, sindicales y las medicinales u otros : acudiendo a las citas, laboratorios, consultas y en las salas de esperas o recepciones.
Cada rose en estos lugares tiene un mensaje, una información, una noticia; agradable, novedosa y lamentable. El más contundente de todos, a nuestra consideración son los hospitalarios y funerarios. Aunque otros, pudiesen indican los tribunales (policía, fiscal, juez), la cárcel; todo un rose de lamentables noticias. Claro, con excepciones, como los Centros de Mediación de Conflictos o los templos religiosos. Los cumpleaños, los éxitos personales, familiares y de amistades.
Del rose social entre las personas se tiene muchas lecturas. Que tiene para quien lo sabe utilizarlo, muy buenos resultados. Si, el mismo permite iniciar una sana amistad y a la vez, de colaboración entre dos seres que no tienen lazos sanguíneos, pero que la empatía entre ambos, les permitió una vinculación de hermandad y fraternidad.
La empatía entre ambos seres habilitó una relación más que sanguínea, ya que la otra persona y ella, tienen tantos vínculos fraternos entre ellos, que la familiaridad que hoy existe entre hermanos, padres, tíos y sobrinos; les quedo pequeño.
Eso se debió a la empatía que ambas personas en breve y largo plazo, habilitaron entre ellos.
Desde Conflictos y Mediaciones hemos estado relatando en más de 6 años puntos y temas en relación a las bondades de los Mecanismos Adecuados de Solución Pacífica de Conflictos (MASPC), o mejor dicho, Métodos Alternativos de Solución de Disputas (MASD).
De esos métodos con 22 años de presencia en la Republica Dominicana, la solución pacífica de conflictos o disputas ha calado en diversos sectores de la sociedad dominicana, aunque a paso lento, pero estamos avanzando.
Entiendo que desde estos mecanismos se ha promovido otra cultura de difundir y de promover la empatía entre las personas. Las fases de la mediación por ejemplo, ayudan ver las relaciones familiares y vecinales con visiones diferentes. El contexto de la conversación y las conclusiones entre los seres en disputas, fortalecen esos lazos y por supuesto, la empatía humana.
Como docente universitario socializo con los estudiantes el trabajo en equipo, pero a la vez, la socialización de las ideas que regularmente traen confrontaciones, que como educador les explico que son normales entre grupos de personas. Ellos y ellas, empiezan un proceso lento para su compresión, pero en el transcurrir de las clases las van asimilando y comprendiendo.
De modo, que la empatía trae consigo riqueza, que en los comienzos no la comprendemos, pero que luego son trascendentales en los diversos contextos en los cuales desempeñamos rasos como seres sociales.