Una aspiración de casi todos los que se gradúan de bachillerato, es la de continuar sus estudios en alguna universidad. Mucho se ha escrito sobre las carreras profesionales de preferencia y sobre la cantidad de estudiantes que se inscriben cada año en algún centro de estudio nacional o internacional.
Lo que quizás no hemos reflexionado lo suficiente es sobre la importancia de dichas instituciones en el desarrollo nacional.
Ninguna nación podrá garantizar un progreso auténtico y sostenido sin incluir en su estrategia las instituciones de estudios superiores.
La ley 139-01 de educación superior, ciencia y tecnología, establece tres categorías de instituciones de estudios superiores.
Están las universidades que pueden ofrecer grados académicos en todos los niveles superiores y en todas las disciplinas del saber humano; siempre y cuando cumplan con los requerimientos establecidos en la base legal nacional.
El país cuenta con más de treinta instituciones de este tipo.
También están definidas en la mencionada ley, las instituciones superiores especializadas, que pueden dar todos los niveles de grado, desde licenciatura hasta doctorado, en una área específica.
Existen menos de diez organizaciones que están dentro de esta clasificación, con muy buen desempeño y grandes aportes a la sociedad.
Por otro lado, podemos mencionar a las instituciones técnicas de estudios superiores. Estos centros de formación otorgan títulos superiores de ciclo corto.
Es decir, los jóvenes bachilleres pueden obtener un título aprobado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) en dos años.
A los profesionales egresados de estas instituciones académicas se les conoce como técnicos superiores o tecnólogos.
En la República Dominicana ya existen instituciones con esta categoría que hacen una importante contribución al desarrollo nacional.
En un informe de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), se mencionaba que el sector empleador necesitaba profesionales y técnicos que pudieran resolver problemas concretos en los lugares de trabajo.
Además de personal con habilidades llamadas “blandas” como liderazgo y trabajo en equipo, el mercado laboral está necesitando personal capacitado con un enfoque más práctico que teórico.
La realidad es que todos los informes de organismos internacionales señalan que, los graduados de carreras de dos años tienen mayor índice de empleabilidad o posibilidades de obtener un empleo.