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Santo Domingo .-“Está todo mojado, no hay nada que sirva”, lamentaban algunos residentes del sector Ribera del Ozama, en Santo Domingo Este, quienes alegan que se quedaron sin nada tras las inundaciones del sábado.
Con voz quebrada Josefa González, de 60 años, narró el dolor y la agonía que ha sentido desde hace tres días, cuando sus pertenencias fueron arrastradas por el río Ozama.
“Me quedé sin nada, sin documentos, sin nevera y sin los colchones, fue con todo que arrasó el río, todo se mojó y parte se lo llevó”, dijo González con mucha pena.
