Los riñones son dos, y estos realizan funciones de limpieza en la sangre, filtran unos 190 litros de sangre al día, para producir unos dos litros de productos de desecho o, este filtrado se hace en unas pequeñas estructuras del riñón llamada glomérulo.
En los riñones sanos, los glomérulos remueven los productos de desecho dejando las proteínas dentro del cuerpo para que sean utilizadas para mantener la salud del organismo.
La sangre ya filtrada vuelve a circular por el cuerpo. Los niveles de azúcar elevados en la sangre y la hipertensión arterial pueden dañar a los glomérulos y dejar pasar a la orina las proteínas que están en la sangre. Si no se trata a tiempo, grandes cantidades de proteína saldrán por la orina.
Aun así los riñones seguirán trabajando hasta que un daño mayor ocurra y dejen de trabajar completamente. La falla renal debida a la diabetes ocurre muy lentamente, por lo que las personas en general no se sienten nada por varios años.
Cerca del 30% de personas con diabetes tipo 1 y entre el 10 y el 40% de los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollan alguna enfermedad renal o neuropatía diabética.
Síntomas: la primera señal es la presencia de pequeñas cantidades de proteína (albumina) en la orina. Además algunas personas pueden presentar pérdida de peso, edema en los tobillos y necesidad de orinar frecuentemente por las noches. Mientras más daño haya en el riñón habrá más proteínas en la orina, a esto se le llama proteinuria. Las personas pueden sentirse débiles, cansadas y con náuseas.
Consejos para cuidar los riñones: mantener controlada la presión arterial. Mantener los niveles de azúcar dentro de los parámetros normales.
Seguir un plan de alimentación adecuado. Realizarse un análisis de orina cuando menos una vez al año para medir el funcionamiento renal.
Visitar al médico inmediatamente si se presenta alguna infección. Se debe recordar que las infecciones renales son más comunes en los pacientes con diabetes.
Los síntomas incluyen: dolor o ardor al orinar, orina con sangre o turbia, necesidad de orinar frecuentemente, fiebre o escalofrío, dolor de espalda o en los costados por debajo de las costillas.
Prevención y tratamiento: se puede prevenir manteniendo los niveles de glucosa en la sangre dentro de límites normales y tratando la hipertensión arterial a tiempo. El médico pedirá un examen de proteína en orina llamado micro albuminuria y revisará cualquier signo o síntoma de nefropatía.