Frederich E. Bergés
Como parte de su campaña de relaciones públicas en las cuales se esbozan los logros del Ministerio de Hacienda en la presente administración pública, el ministro José Manuel Vicente (Jochy) ha pregonado que el riesgo país ha mejorado. En otras palabras, se está afirmando que tanto inversionistas como prestamistas internacionales tiene una mejor percepción de los riesgos de un posible incumplimiento por parte del Gobierno dominicano.
Una de las formas en que esta mejoría es expresada es la información de que el indicador EMBI de nuestro país ha alcanzado su más bajo nivel histórico, situándose en 242 puntos.
Esta noticia no es apreciada por la inmensa mayoría de la población por cuanto lo de EMBI no tiene significado para el común de los dominicanos.
Las siglas EMBI representan la abreviación en inglés, idioma internacional de las finanzas, de índice de bonos de mercados emergentes.
Por mercados emergentes se entienden las economías en desarrollo, que son aquellas que se encuentran en fase de expansión y crecimiento.
Este es el caso de la República Dominicana, emisor de bonos soberanos en los mercados internacionales como uno de los medios principales para financiar sus déficits fiscales.
Este índice fue utilizado por primera vez por el banco de inversión J. P. Morgan y posteriormente adoptado por los principales mercados de capital.
Mientras más bajo sea la puntuación del índice, mejor es la percepción del riesgo, puesto que el mismo indica que el gobierno en cuestión estaría pagando un rendimiento equivalente a esos puntos como porcentaje por encima de los bonos libres de riesgo, los bonos del Tesoro norteamericano.
Esta apreciación de la mejoría del riesgo país es reforzado por las calificaciones que entidades de calificación independientes le otorgan al país.
Esperamos que estas mejorías se mantengan y que no haya un cambio drástico en los mercados internacionales en su apreciación de la capacidad del país poder mejorar su perfil de deuda pública y sus capacidades de cumplimiento.
