Esta semana es celebrado en gran parte de los Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, en conmemoración a los acontecimientos de 1621 en Massachusetts, donde indios nativos rescataron a un grupo de colonos, les enseñaron cómo cultivar y cosechar sus propios alimentos.
En otoño de ese año, al lograr la cosecha, los colonos ofrecieron una celebración en donde compartieron sus alimentos con los indios. A partir de ese momento, se hace una fiesta con la familia y amigos para celebrar la cosecha, compartir los alimentos y dar gracias por los bienes y dones recibidos.
La gratitud, según la Real Academia de la Lengua, es un “sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho y a corresponder a él de alguna manera”. Según múltiples estudios conductuales realizados por universidades norteamericanas, el sentimiento que se genera en el cerebro tiene efectos positivos inmediatos y duraderos en la persona que recibe el favor.
En el plano mental, agradecer, contribuye con el buen funcionamiento de la materia gris del cerebro y estimula la buena salud y los sentimientos de felicidad, según estudios realizados por el Centro de Investigación de Conciencia Plena de la Universidad de California (UCLA).
Las personas felices tienen mejor manejo del estrés y situaciones difíciles por lo que el sistema nervioso central está más relajado y consecuentemente hay mayor sensación de bienestar y menos visitas al doctor.
Adoptar un estilo de vida consciente de los beneficios de ser agradecido garantiza favorece: un sistema inmunológico fuerte, menos depresión; ansiedad; estrés crónico; ágil respuesta de sanación ante diversas enfermedades; entre otros.
Dentro de los beneficios sociales de vivir en gratitud estan: mejor autoestima, saludables conexiones afectivas con familiares y amigos, fácil y rápida integración social entre otras. Tu, piensa y dime una sola cosa que agradeces, hoy.