En muchos países de Latinoamérica el caballo de Odebrecht se ha llevado entre las patas a varios gobiernos, poniendo a presidentes y expresidentes en la cárcel. Aquí Danilo Medina se prepara para reelegirse, riéndose de la miseria de este país y de las ansias de justicia de este pueblo.

Recientemente un expresidente de Perú se pegó un tiro en la cabeza en el momento que lo fueron a buscar preso, lo cual muestra que cuando era presidente jamás pensó que un día la policía tocaría la puerta de su casa.

El que tiene mucho tiempo encaramado se le olvida que algún día tendrá que bajar. Llegan a creerse dioses, ignorando que hasta el hijo de Dios terminó clavado en una cruz, y eso que era inocente.

Danilo y su grupo están desesperados, saben que en estos tiempos, entre el Palacio Nacional y la cárcel de Najayo, no hay tantos kilómetros como uno piensa.

Imaginen a esos tutumpotes con una franelita, pantalones cortos y un par de chancletas, en una celda de 3 por 3 metros. Es difícil de imaginarlo, pero a veces lo que uno cree que está más lejos, es lo que tiene más cerca.

No es verdad que esos presidentes que hoy están tras las rejas tenían menos poder que el presidente de este país. Muchos de esos países son más grandes y más ricos que el nuestro, y por ende sus presidentes son más poderosos. Nadie quiere caer preso, pero una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja.

Que se preparen a salir, que si no salen por la puerta, van a salir por el techo, pero de que van pa´ afuera, van pa´ afuera.

La única victoria que lograrán los peledeístas en 2020 es la que está por Villa Mella… Verdad que ya la van a trasladar por los lados de Guerra.

Ellos se ríen ahora, pero luego seremos otros los que vamos a reír… y ya saben, el que ríe de último, ríe mejor.