En los últimos meses se ha hecho visible en redes sociales y en medios de comunicación el reporte hasta de 30 personas desaparecidas por mes, un hecho que se está convirtiendo en un problema familiar y social que hay que visibilizar, enfrentar de raíz y evidenciar sus causas.
No se han hecho estudios sobre esa realidad, pero la Comisión de Derechos Humanos afirmó que en el país hay 10 mil casos de personas desaparecidas en los últimos cinco años, pero no se precisa si han aparecido vivas o muertas. Si esas cifras son ciertas, la situación es más que alarmante y hay que prestarle seria atención desde todas las esferas.
Tuve una experiencia cercana con la desaparición del padre de un amigo que considero como a un hermano.
Felizmente la persona apareció. Pero nos preguntamos dónde estarán las demás que fueron reportadas en esa misma semana incluyendo niños, jóvenes, adultos y envejecientes de diversos grupos etarios, y, el caso de Andy Iturbides que es como si se lo hubiera tragado la tierra.
La desesperación que viven las familias cuando alguno de sus miembros desaparece es inenarrable. La angustia, la incertidumbre y la impotencia llegan al extremo. Los días recorriendo hospitales, destacamentos, cementerios y calles en la búsqueda del paradero del familiar parecen interminables.
La espera de una llamada o un mensaje en las redes renueva la esperanza de que estén vivos y se encuentren sanos y salvos.
Urge hacer una campaña de difusión centrada en qué medidas tomar para prevenir la desaparición de personas y qué hacer cuando esto ocurre, así como potenciar la información, la comunicación y la educación con el uso de las redes sociales y motivar la solidaridad en la ciudadanía para que se sensibilice con el apoyo a estos casos porque, a veces, la indiferencia puede agudizarlos.
Es urgente también fortalecer las acciones policiales y de las instituciones competentes, sobre todo en relación con la orientación a las familias afectadas y la búsqueda de los desaparecidos.
No podemos pasar de largo ante el dolor. Hoy por ti, mañana por mí.