El pasado 20 de mayo de este 2024, asumió Lai Ching-te, como presidente de Taiwán, una de las dos provincias insulares que tiene la República Popular China (RPCh), quien en su discurso de asunción sugirió la “independencia de la isla”, lo que, como era de esperarse encendió las alarmas en Beijing y su liderazgo.
La reacción de China no puede, ni debe sorprender a nadie, puesto que está claro, que si bien, desde 1949, en la práctica hay diferencias en las formas de gobierno a uno y otro lado del estrecho, también es claro que las dos partes están de acuerdo en que existe “una sola China”, que tarde o temprano habrá de reunifircarse.
La posición de China con respeto a este asunto ha sido coherente, a todos los niveles, desde el presidente Xi, el primer ministro Li Qiang, el canciller Wang Yi, hasta el embajador en República Dominicana, SE Chen Luning, la cual se puede sintetizar en las siguientes palabras dadas a conocer por un alto representante de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado.
“La cuestión de Taiwán es un asunto interno de China. Sean cuales sean los cambios que se produzcan en Taiwán, el hecho básico de que hay una sola China en el mundo y Taiwán es parte de China no cambiará la posición del Gobierno chino de defender el principio de una sola China y oponerse a las actividades secesionistas proclives a la «independencia de Taiwán», a las «dos Chinas» y a «una China, un Taiwán» no cambiará; y el consenso prevaleciente de la comunidad internacional sobre la defensa del principio de una sola China y la larga y abrumadora adhesión a este principio no cambiarán.
Nuestra postura sobre la resolución de la cuestión de Taiwán y la realización de la reunificación nacional sigue siendo coherente, nos adheriremos al Consenso de 1992, que encarna el principio de una sola China, y nos opondremos firmemente a las actividades secesionistas a favor de la independencia de Taiwán, así como a la interferencia extranjera.
El principio de una sola China es el ancla sólida para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Creemos que la comunidad internacional seguirá adhiriéndose al principio de una sola China, y comprenderá y apoyará la justa causa del pueblo chino de oponerse a las actividades secesionistas proclives a la independencia de Taiwán y esforzarse por lograr la reunificación nacional, indicó el portavoz”.
Todos los ciudadanos del mundo y con ello, los de la República Dominicana, debemos entender esa posición que es bastante clara y coherente, que además se explica entendiendo el “consenso de 1992” y con ello el “principio de una sola China”.
Al final, ese pueblo milenario hermano, separado en los últimos 75 años por diferencias ideológicas, entenderá que lo más conveniente para los que viven, tanto en la isla como en la parte continental, es unificarse, lo que dialécticamente es inevitable. Adelante.