Enrique sostiene que no le ha quedado más remedio que tomar medidas legales para resolver la situación
El príncipe Enrique ha solicitado una revisión judicial contra una decisión tomada por el Ministerio del Interior que le impide financiar personalmente un dispositivo de seguridad oficial que vele tanto por él como por su familia cuando visite su país de origen.
Cabe recordar que el matrimonio renunció a su rol institucional hace dos años y se mudó primero a Canadá y más tarde a California en busca de una nueva vida.
El argumento que ha utilizado es el mismo que ya expuso en su entrevista con Oprah Winfrey: que él no pidió nacer en el seno de la monarquía británica y heredar por tanto un nivel de exposición mediática que conlleva cierto riesgo, agravado en su caso por su servicio militar en Afganistán y por las amenazas neonazis que ha recibido desde que se casó con la duquesa de Sussex.
«Aunque su papel dentro de la institución ha cambiado, su perfil como miembro de la Familia Real no lo ha hecho. Tampoco lo ha hecho la amenaza que pesa sobre él y sobre su familia. El duque y la duquesa de Sussex financian personalmente un equipo de seguridad privada, pero no puede replicar la protección policial que necesita mientras está en Reino Unido.
En ausencia de dicha protección, el príncipe Enrique y su familia no pueden volver a casa», añade en los documentos que ha presentado junto a su petición.
Enrique también ha dejado claro que no quiere imponer la responsabilidad de costear sus gastos de seguridad a los contribuyentes británicos, pero cada vez que se ha ofrecido a pagar de su propio bolsillo la factura por dichos servicios ha obtenido siempre una respuesta negativa.
Eso fue lo que ocurrió, según su versión de los hechos, cuando se preparaba para viajar a Sandringham, la residencia donde su abuela pasa el período festivo, en enero de 2020 y explicaría por qué finalmente ni Meghan ni él se unieron al resto de royals.
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«Otras personas que han dejado un cargo público y tienen un riesgo de amenaza inherente reciben protección policial sin costo alguno para ellos. El objetivo del príncipe Enrique es sencillo: garantizar tanto su seguridad como la de su familia durante su estancia en Reino Unido para que sus hijos puedan conocer su país de origen».
Enrique sostiene que no le ha quedado más remedio que tomar medidas legales para resolver la situación porque ni Meghan ni él se sienten a salvo en Reino Unido con sus dos hijos, Archie y Lilibet, si no cuentan con guardaespaldas formados por los cuerpos de la policía.
Como prueba de ello, él ha desvelado que el pasado verano el coche en que viajaba fue perseguido por varios paparazzi durante su breve visita a Inglaterra para acudir a un evento en honor a su madre, la princesa Diana.
Fuente: Portal Yahoo Noticias