Jesús Díaz
Las declaraciones del presidente de la Cámara de Cuentas, Janel Andrés Ramírez Sánchez, de sentirse como un “preso de confianza” desde su posición porque ha tenido que “hacer muchas veces lo que diga el pleno, aunque esté en contra de la ley” vuelve a poner este órgano del Estado en el ‘’ojo del huracán’’.
Esta institución es de manera constitucional la encargada del control externo de los recursos públicos, de los procesos administrativos y del patrimonio del Estado; tiene personalidad jurídica instrumental, carácter técnico y autonomía administrativa, operativa y presupuestaria, correspondiente al examen de las cuentas generales y particulares de la República mediante auditorías, estudios e investigaciones especiales; en otros términos es la encargada de auditar la ejecución de los presupuestos de las instituciones públicas.
¡Pero vaya sorpresa! Janel Ramírez ha declarado que se siente “atado” en el cargo y que, de haber sabido con anterioridad la manera en la que se manejaron los asuntos, no se hubiera metido en eso”.
Entonces debemos preguntarnos ¿Por qué Ramírez es un preso de confianza? ¿Quiénes no quieren que salgan algunas auditorías? ¿Serán funcionarios del gobierno actual en el PRM, o los gobiernos del PLD y la misma Fuerza del Pueblo? Las denuncias son graves, tanto así que dice Ramírez que tiene que hacer muchas veces lo que diga el pleno aunque esté en contra de la ley.
Toda la sociedad debe estar atenta, pues este estado de ingobernabilidad no es fortuito, a algunos sectores políticos partidarios debe beneficiar para que se sigan maquillando y falsificando auditorías con los mismos empleados de gestiones pasadas que también han sido cuestionadas ante la opinión pública.
Como Ramírez dice ser un ‘’preso de confianza’’ y aunque la canción del preso número 9 tiene rasgos de violencia, lo recomendable es que el funcionario no se arrepienta, ni le de miedo la eternidad, hable, denuncie y si tiene razón, todos seguiremos sus pasos y buscaremos los culpables hasta en el más allá.
