La Paz, Bolivia.- Por un lado los “evistas” entonaban cánticos en favor del expresidente Evo Morales, quien pocos minutos antes había llegado al Tribunal Supremo Electoral, frente al lugar, del otro lado estaban los “arcistas”, partidarios del presidente en ejercicio, Luis Arce, quienes vociferaban en contra de su contraparte. En cierto momento, las agresiones verbales se transformaron en pedradas, forzando una intervención policial.
Hace algunos años, la escena habría sido impensada. Después de todo Arce fue ministro de Economía de Morales entre 2006 y 2019. En 2020, Arce llegó a la presidencia con apoyo de Morales. Sin embargo, la alianza terminó en 2021. El motivo del quiebre es el nuevo intento de Morales por llegar a ese cargo.
Evo Morales es el principal líder de la izquierda en Bolivia y uno de los nombres más reconocidos en la política sudamericana. Líder indígena y cocalero, fue electo presidente en 2005 y fue reelecto dos veces.
Y fue justamente su última reelección, en 2019, la que llevó al país a una crisis política que lo forzó a renunciar y partir al exilio político en Argentina.
En el centro de la crisis estaba la controvertida maniobra judicial que le permitió intentar reelegirse por un tercer período.
Y el escenario sigue presentando desafíos. En 2023, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia decidió que no es posible ejercer más de dos mandatos presidenciales, sea de forma continua o discontinua.
Parte de la opinión pública del país, entiende que la decisión impide a Morales disputar una nueva elección.
Sin embargo, Morales rechaza esa tesis: dice que está técnicamente habilitado y que luchará por su derecho a ser nuevamente candidato.
Pero incluso si gana un futuro litigio judicial con ese objetivo, tendrá que vencer a otro oponente: a Luis Arce, a quien llama por su apodo, Lucho.
A pesar de que Arce no ha explicitado intenciones de disputar una reelección, el actual presidente ha criticado el intento de Morales por buscar un nuevo mandato.
Es en medio de ese escenario de tensión que el expresidente Evo Morales concede una entrevista exclusiva a BBC Brasil y BBC Mundo, en la sede del MAS, en La Paz.
Morales pone en duda la versión entregada por el gobierno boliviano de que el país fue víctima de un intento de golpe de Estado el pasado 26 de junio. Ese día, militares intentaron invadir la sede del gobierno, pero fueron detenidos y arrestados.
Para Morales, todo no sería más que un “autogolpe”.“Si no es un golpe o un autogolpe, es un show bien montado”, dice. El expresidente critica la actuación de Arce en la presidencia y lo acusa de “electoralizar” el país y tratar de llevarlo hacia la derecha.
“Lucho se derechizó”, dice. Además, según él, el actual presidente no sería más un activo de la izquierda boliviana. “Luis Arce es suma que resta”, agrega.
El expresidente dice también que está dispuesto a disputar las elecciones primarias con Arce para que el MAS decida quién será el candidato del partido. Asimismo, asegura que tendrá el apoyo popular para volver al cargo más alto del país.
“Conociendo a mi pueblo, va a dar dura batalla para recuperar la revolución y salvar a nuestra querida Bolivia”, sostiene.
El Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia decidió el año pasado que no se puede tener más de dos mandatos presidenciales. Aún así, usted quiere candidatearse otra vez ¿Por qué?
La sentencia constitucional del 29 diciembre del año pasado comenta sobre el tema de la elección indefinida y discontinua sobre la parte considerativa. La acción de amparo ha sido por la libertad de expresión y no por la habilitación o inhabilitación electoral. Entonces, en la parte resolutiva no dice nada.
Según la Constitución, está dicho: una elección y una reelección. La elección indefinida no está en la Constitución, pero la elección discontinua sí está.
Nos basamos en la opinión consultiva de la Corte Internacional de Derechos Humanos, evidentemente habla sobre la elección indefinida, pero no sobre la discontinua.
Es decir, Evo Morales, a nivel nacional e internacional, está habilitado como candidato a presidente.
Pero expertos y el mismo presidente Luis Arce dicen que su condición política no le permite otra postulación y que su candidatura sería un elemento de inestabilidad política en Bolivia. ¿Cómo responde a quienes dicen que su actuación política es un elemento de inestabilidad política?
Primero, hablemos jurídicamente, constitucionalmente. Estoy demostrando que constitucionalmente Evo está habilitado. Repito: una elección y una reelección, pero no está prohibida la elección discontinua.
Ahora, otra cosa es la opinión, pero el pueblo decide. En 2005 ganamos las elecciones (…). Claro que hay llamados analistas políticos de derecha que hablan, comentan.
Yo respeto. Esto no es nuevo. Durante los tiempos neoliberales, decían que Evo era narcotraficante, Evo asesino, Evo terrorista. Procesos, procesos. Aún con esa campaña, ganamos. Ahora la historia se repite.
¿No teme que esta inestabilidad política pueda llevar a Bolivia a la misma situación de 2019?
Estoy mucho más fortalecido. Incluso algunos de los que estuvieron en el golpe de Estado (se refiere a su renuncia en 2019), algunos de la derecha, ahora me están buscando arrepentidos.
Dicen: «Evo, cuando eras presidente, nos decías esto sí y esto no. Y para donde tú decías invertíamos y ganábamos dinero. Ahora estamos comprometidos económicamente».
«Fue un show bien montado»
Sobre el 26 de junio, el presidente Luis Arce dijo que hubo un intento de golpe, pero usted ha dicho que fue posiblemente un autogolpe. ¿Qué evidencias tiene para hacer esta acusación?
El 26 de junio, a las 11 de la mañana, algunos amigos militares me llamaron diciendo que los estaban acuartelando. Les dije: mándenme las circulares. Pasaron 10 o 15 minutos y me dijeron que me podían dar uno solamente verbal.
Fui el primero en denunciar el acuartelamiento sospechoso de las Fuerzas Armadas.
A las dos de la tarde estaba caminando en mi propiedad para ver a los peces y vi los tanques entrando en la Plaza Murillo, en ese momento preparé un tuit convocando a un paro general indefinido y bloqueo de carreteras nacionales para derrotar el golpe de Estado.
Seguí caminando y cuando veo…El ministro del gobierno acariciando los tanques en la Plaza Murillo.
¿Qué clase de golpe es este? Me sorprendo. Sigo viendo las redes sociales: el golpista entra al Palacio Quemado, habla con el presidente, ministro del gobierno con un militar, felices, riéndose. Está en las imágenes.
¿Cree que fue un autogolpe?
Yo dije ¿qué es esto? Empecé a dudar. Y ellos (Luis Arce y el general Juan José Zúñiga) conversan y él (Zúñiga) se va. Él mismo, el general Zúñiga, dijo ese domingo “yo estaba en reunión jugando baloncesto”, con su amigo (Arce).
Desafortunadamente, Arce no respetó la antigüedad y la institucionalidad al nombrar (a Zúñiga como comandante de las Fuerzas Armadas).
De su promoción, de los más de 60 oficiales que egresaron, era el 48. ¿Cómo el número 48 va a ser general y comandante? Oportunamente yo advertí al ministro de Defensa. Le dije: «Ministro, hay que respetar la antigüedad institucional». Él me dijo: «No, primero la lealtad que la antigüedad».
Él (Zúñiga) se cree general del pueblo. Después él se va y denuncia que se habían preparado con Lucho para levantar su imagen. Si no es un golpe o un autogolpe, es un show bien montado entre Lucho y Zúñiga. Ya estamos convencidos. Todo demuestra que si no es un golpe, es un autogolpe.
Pero lo cierto es que aquí hubo un golpe a la economía. El dólar se disparó, total especulación. Los privados ahora no quieren invertir. Hay desconfianza en los organismos internacionales, es gravísimo, eso no se había dado.
Que se investigue, que se sepa, pero es bien planificado. ¿Será para levantar la imagen de Lucho? ¿Será un golpe de verdad o un intento de golpe? ¿O será un autogolpe para victimizarse?
La mayoría de los países de la región apoyaron al presidente Arce tras lo ocurrido . ¿Cree que ellos no están bien informados respecto de lo que sucedió?
Lo veo como una cuestión diplomática, que ellos expresen solidaridad. Pero mira otro dato. En 2019, promotor del golpe de Estado: la OEA (Organización de Estados Americanos).
En ese momento, la embajada de Estados Unidos y (Donald) Trump aplaudieron el golpe de Estado (…). Yo hablé con varios compañeros. No van a decir que no es un golpe, repito, por una cuestión diplomática que tienen que respaldar.
Muchos expertos, incluyendo algunos del gobierno brasileño (el mayor comprador de gas natural producido en Bolivia) dicen que la caída de la producción de gas en Bolivia es porque el Estado no ha hecho las inversiones necesarias en los últimos años para que la producción se mantuviese. Eso claramente es algo que va en contra de su administración ¿Qué pasó con las inversiones en gas?
Cuando llegamos en 2005, producíamos 30 millones de metros cúbicos al día de gas. Dejé en promedio una producción de al menos 60 millones de metros cúbicos de gas.
La renta petrolera, durante el tiempo neoliberal, era de US$3.000 millones de dólares y en nuestra gestión: US$40.000 millones la renta petrolera. Evidentemente en los dos últimos años no encontré otro bolsón de gas.
Es una verdad. Por no haber encontrado dije al gabinete: mira, si no se ha encontrado gas, es porque este es un recurso no renovable. Depender totalmente de un recurso natural no renovable no es bueno para la economía de cualquier país del mundo.
Entonces pregunté cómo vas a sustituir esa economía del gas si no encontrábamos gas. Y hemos creado el Ministerio de Energía, exportar energía, vender energía, a Brasil, a Argentina, a otros países.
Era el plan que tenía. Llega Lucho eliminando el Ministerio de Energía. Cuando llegué al gobierno, apenas se producían 900 megawatts, mientras que la demanda interna era de 700 megawatts.
En 2019, 1.500 megawatts de demanda y capacidad de producción 3.200. Mi plan era una producción de 9.000 megawatts para exportar.
Presidente, muchas personas, incluso usted, dicen que existirían intereses internacionales en las reservas de litio. Usted habló de un supuesto plan de Estados Unidos para dividir el MAS ¿Qué evidencias tiene de estos intereses internacionales en el litio y en la división de la izquierda boliviana?
El delito del pueblo boliviano es tener tantos recursos naturales a flor de tierra en algunos casos: hierro, litio, hidrocarburos, tierras raras. Siguen apareciendo recursos naturales.
Ese es nuestro delito. Estados Unidos, por destino manifiesto, cree que es dueño de todos los recursos naturales del mundo. Estados Unidos piensa que por destino manifiesto Dios los mandó para ser gendarmes mundiales. Ese es el problema que tenemos con el imperio.
Los países que nacionalizan, que establecen soberanía económica, a través de la nacionalización de los recursos naturales, ya están en la mira del imperio. El golpe (de 2019) no fue solo del gringo al indio, sino sobre nuestro modelo económico. Con nuestro modelo económico demostramos que Bolivia tiene mucha esperanza.
Pero fue fundamentalmente un golpe al litio. O sea, empezamos a industrializar el litio. Dejamos una planta de cloruro de potasio que genera 300 mil toneladas al año, una planta piloto que generaba mil toneladas de carbonato de litio. ¿Y ahora? Pues todo totalmente paralizado.
¿Por qué digo que estamos en la mira del imperio? El movimiento indígena por herencia es anticolonialista y antiimperialista.
Personas del mismo campo político, vistas como marxistas, se enfrentaron recientemente en la plaza. ¿Se siente responsable por el ambiente de tensión en Bolivia?
Mira, automáticamente se han movilizado sus compañeros cuando han escuchado que me han invitado (a una reunión en el Tribunal Supremo Electoral para debatir el fin de las elecciones primarias y el calendario electoral de 2025), pero quiénes han salido a las calles (en apoyo a Luis Arce), sólo funcionarios públicos.
¿Quién provoca? El gobierno sacando a sus funcionarios. Han traído petardos, bazookas, tomates, el pequeño equipo que tengo se ha infiltrado y estaban con ellos, escuchando.
¿Y sabes qué han dicho a un compañero? Los que no han venido van a ser sancionados con sueldo, bajo multas. Yo nunca hice eso, las personas se movilizaban voluntariamente.
Pero mi pregunta es, ¿se siente responsable por este ambiente de tensión?
El gobierno… ¿Cómo va a sacar funcionarios, agredir a los militantes? Por favor. Ayer una ministra mintió. Dijo «ah una persona electoralizó el país». En 2021, todo el año habían preparado un documento llamado «2025-2030 Lucho Presidente».
En enero de 2021 me llegó el documento y yo callé, no dije nada. Pero en septiembre dije al presidente: «Oiga, usted es candidato a presidente. Es su derecho, pero haga una buena gestión».
Arce estaba a punto de ser proclamado candidato. Yo le mostré el documento y quedó callado, asustado, nervioso Lucho.
Pero además de eso no comparto que diga «Evo está a la izquierda de (Luis Fernando) Camacho, (Carlos) Mesa a la derecha y él al medio». Es una derechización de Lucho. ¿Quién electoraliza? El gobierno, desde el primer momento.
¿Teme que esta división entre «evistas» y «arcistas» pueda favorecer a la derecha en el país?
Lucho es una suma que resta. Si yo no rayaba la cancha, como Lucho y el MAS, el MAS hubiera estado hundido igual que Lucho. Salvé al MAS. ¿Quién divide?
En mi gestión una sola bancada, ahora hay tres bancadas divididas. En mi gestión una sola confederación, ahora confederaciones divididas.
¿Y eso no cree que pasa porque usted quiere volver a ser presidente de Bolivia en el futuro?
Yo te invito el 26, 27, 28 a tener un avión para saber cómo es la gente y cómo se organiza. Yo sé bien, por mi parte, salvé a Bolivia.
Entonces aquí, por una cuestión política, por justicia, el pueblo quiere que vuelva Evo para salvar a Bolivia.
Hay gente que hace una comparación entre usted y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por estas sucesivas tentativas de mantenerse en el poder. ¿Cómo responde a eso?
¿A ver, (Angela) Merkel cuántos años estuvo de primera ministra? ¿Cuántos años estuvo? Y cuando uno está ocho, nueve años lo cuestionan. ¿Cómo es eso? Después de la (Segunda) Guerra Mundial, han tenido que pasar tantos años para levantar su país. Ahora yo estoy experimentando qué tan importante es la continuidad.
Por favor, estamos hablando de una elección discontinua. Como Lula, o lo que ocurre en Estados Unidos.
¿Pero qué piensa de esas comparaciones?
Creo en el servicio a la Constitución. Yo respeto eso. Para mí, qué mejor sería que que hubiera elecciones indefinidas si hay resultados de esa gestión.
Por eso hablo de Alemania, donde Merkel estuvo 16 años, cómo levantó al país y lo convirtió en el mejor de Europa.
¿Usted está listo para disputar las primarias con Luis Arce?
Yo dije eso públicamente. ¿Ningún problema, eh? Sin primarias no hay democracia en el partido. Por eso son tan importantes.
Yo me someto a primaria, si me gana voy a hacer campaña por él. Si yo gano, que haga campaña para mí.
La gente dentro de su sector clasifica al presidente Luis Arce como traidor. ¿Cómo lo clasifica usted?
Diferencias ideológicas, programáticas, hasta de ética. Entonces la gente eso lo ve como una traición. Él tiene una política de contracción económica, él cuando llegó eliminó cuatro ministerios.
A ver, hablemos de las recetas del Banco Mundial, de reducir el Estado, un Estado mínimo. Ese Estado mínimo solamente regula y no invierte. Lucho redujo cuatro ministerios (…) las personas protestan. Quien electoraliza es Lucho. Eso es lo que a mí más me enoja.
En Sudamérica ahora hay muchos gobiernos de derecha como Ecuador, Paraguay, Uruguay, y ahora en Argentina. ¿Esta división política en la izquierda boliviana puede favorecer a la derecha? Y, por otro lado, ¿por qué cree que la derecha está avanzando en la región?
Los mejores han sido para mí los tiempos de (Hugo) Chávez, (Rafael) Correa, (Néstor) Kirchner o Lula. Avanzamos en la integración de Sudamérica, con Unasur. Vuelve la derecha lamentablemente con algunos problemas en algunos países.
¿Pero por qué la derecha avanza en Sudamérica?
Pero, por favor, antes no había ni una izquierda. Hay golpes, golpes judiciales, lawfare. ¿Qué pasó con (Rafael) Correa? Imagínese semejante traición que está pasando, esa guerra fría.
Pese a eso, seguimos vigentes. Seguimos en esa lucha, y aquí se pierde o se gana. Acá los pueblos deciden sus políticas.
No me queda claro dónde la izquierda está fallando para que la derecha avance en países importantes como Argentina, Ecuador, Paraguay y Uruguay, por ejemplo…
Yo no quiero meterme mucho… A veces es un problema. Argentina: inflación, inflación, inflación. Ese es un problema de cada país.
Pero ahora, recién se dieron cuenta los argentinos cómo es con la derecha o con la extrema derecha, con Milei. Cada país tiene su propia particularidad.
¿Está dispuesto a ir a las últimas consecuencias con su candidatura?
No es Evo Morales, es el pueblo. Ayer me sorprendió: por lo menos 3.500 militantes reunidos en menos de 24 horas.
Vienen de algunos departamentos como La Paz. Conociendo a mi pueblo, va a dar dura batalla para recuperar la revolución y salvar a nuestra querida Bolivia.
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