Los precios a futuro del petróleo estadounidense de referencia West Texas Intermediate (WTI) se desplomaron este lunes a niveles históricos, llegando incluso a cotizarse en negativo.
Al inicio del día, el WTI había empezado cotizándose en torno a los US$18 pero en la jornada de este lunes, el desplome llegó a situarlo en US$-37,63. En negativo, algo sin precedentes.
La caída fue impulsada por una cuestión técnica en el mercado de petróleo, que se comercia con su precio futuro y los contratos para mayo van a expirar este martes.
Los operadores buscaban deshacerse de esos contratos para evitar tener que hacerse cargo del costo del traslado y almacenamiento de algo para lo que la demanda es tan baja ahora mismo.
Arrastrado por el WTI, especialmente en la última parte de la sesión de este lunes, el petróleo Brent (referencia en Europa y el resto del mundo) para entrega en junio cayó un 8,90 % este lunes hasta los US$25,58.
La situación se explica por el exceso de oferta en el mercado y las dificultades para almacenar los altos excedentes provocados por la fuerte caída de la demanda causada por la paralización de la economía por la crisis del coronavirus.
Y es que los confinamientos ordenados por muchos gobiernos para tratar de contener la pandemia han aniquilado la demanda de crudo.
Análisis de Andrew Walker, corresponsal de Economía de la BBC
Los principales exportadores, la OPEP y aliados como Rusia ya acordaron reducir la producción de petróleo en una cantidad récord.
En Estados Unidos y en otros lugares, las empresas productoras de petróleo tomaron decisiones comerciales para reducir la producción. Aún así, el mundo tiene más petróleo crudo del que puede usar.
Y no se trata solo de si podemos usarlo. También es si podemos almacenarlo hasta que las cuarentenas se alivien lo suficiente como para generar una demanda adicional de productos derivados del petróleo.
Los depósitos se están llenando rápidamente en tierra y mar. Se necesitará una recuperación de la demanda para dar la vuelta al mercado y eso dependerá de cómo se desarrolle la crisis de salud.
Habrá más recortes de suministro a medida que los productores del sector privado respondan a los bajos precios, pero es difícil ver una escala suficiente para tener un impacto en el mercado.
Otro factor a destacar es el hecho de que la industria petrolera ha venido lidiando con los desacuerdos entre dos de los principales productores, Arabia Saudita y Rusia, y su virtual guerra de precios.
A principios de mes la Organización de Países Productores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) acordaron una reducción de la producción de alrededor de un 10%.
El acuerdo constituyó el mayor recorte de producción jamás pactado por las potencias petroleras, pero para algunos analistas incluso eso resultó insuficiente.
«Le tomó tiempo al mercado darse cuenta de que el acuerdo de la OPEP+, al menos tal como está ahora, no será suficiente para equilibrar el mercado petrolero», dice Stephen Innes, analista de Axicorp.