El West Texas Intermediate para entrega en junio llegó a caer 1,76 dólares y tocó US$43,76 por barril, pero luego recuperó parte de lo perdido y cotizaba a US$45,63 ayer en la mañana.
No obstante, acumula una caída del 7,5 por ciento esta semana.
El desplome no se aceleró solamente por factores técnicos: los operadores están perdiendo la fe en las iniciativas encabezadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo para contrarrestar la superabundancia provocada por el shale recortando la oferta.
Otras materias primas también andan en problemas: el mineral de hierro retrocedió 12 por ciento esta semana y preocupa por la posibilidad de efectos de contagio.