El poder de los sueños que no se guardan en la maleta

Hace unos días celebramos los 15 años de Encuentros Interactivos. Y aunque fue una noche inolvidable por la maravillosa energía que fluía entre todos los presentes, lo verdaderamente emocionante ha sido lo que ha despertado en mí al mirar hacia atrás y reconocer que todo esto nació de un sueño. De uno de esos que parecen imposibles cuando comienzan, pero que se sostienen de pilares que llevan por nombre ‘trabajo, fe y propósito’.
Hay algo mágico en los sueños. No sólo por lo que representan, sino por la capacidad de regeneración que tienen sobre quienes se atreven a perseguirlos. Nos llenan de energía, optimismo, vitalidad y alegría.
Nos abren mundos nuevos cada vez que decidimos darles forma, avanzar un paso más, incluso cuando el camino se vuelve incierto.
Entender que creer en uno mismo es la herramienta más poderosa que tenemos, ha sido una de las grandes lecciones de este viaje. Pero no una fe ciega, sino una convicción que nace del aprendizaje, del intento, del error y de la persistencia. Una fe que te permite perderle el miedo al fracaso, entenderlo como parte del proceso, y que te recuerda que cada paso -por pequeño o duro que parezca- te acerca a la meta.
No ha sido fácil. Emprender nunca lo es. Y si algo puedo asegurar, es que los verdaderos emprendedores no buscan reconocimiento inmediato: buscan transformar realidades, construir espacios que sumen, que aporten, que dejen huella. Pero esa búsqueda también debe ser sostenible. Todo emprendimiento tiene que responder a dos máximas: generar valor social y ser rentable o autogestionarse.
En estos 15 años, hemos realizado 23 eventos, nos hemos convertido en un punto de encuentro para los comunicadores y hemos sido testigos del valor de la colaboración, del aprendizaje colectivo y de la evolución del sector. Pero sobre todo, hemos comprobado que soñar con los ojos abiertos cambia vidas. Cambió la mía, y sé que ha tocado la de muchos más.
No hay fórmula mágica
A quienes hoy empiezan o se sienten estancados, sólo les puedo decir que no hay fórmula mágica. Que los consejos sirven de guía, pero que la verdadera enseñanza viene cuando decides intentarlo a pesar de todo. Porque el éxito no llega de la noche a la mañana: llega con cada amanecer en el que decidimos seguir intentándolo, sin importar los vientos que soplan.
Como dijo Harriet Tubman: “Todo gran sueño comienza con un gran soñador. Recuerda que tienes en tu interior la fuerza, paciencia y pasión para alcanzar las estrellas y cambiar el mundo”. ¡No te rindas antes de empezar!
A todos, gracias por ser parte de este sueño llamado Encuentros Interactivos.
Hoy más que nunca, celebramos el camino, lo aprendido y lo que está por venir.
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