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El poder de Irma se dejó sentir en Nagua y Samaná

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📷 Decenas de viviendas del barrio Boba en Nagua recibieron los mayores embates del huracán Irma, las cuales fueron destruidas completamente por el fenómeno dejando sin hogar a sus propietarios entre ellos familias completas. Foto: Elieser Tapia/El Día.

Nagua.-Llegar a al barrio y ver su casa totalmente derribada era lo último que tenía en su mente Altagracia Mercedes Santana. Pero precisamente fue la primera noticia que recibió cuando apenas despertaba la mañana de ayer.

Los vientos del potente huracán Irma habían tumbado la pequeña vivienda construida de madera y junto a esta también se desplomaron las casas de otros vecinos, quienes lo perdieron todo.

Ropas, camas, estufas, neveras, muebles y otros enseres del hogar son parte de los bienes materiales que tendrán que buscar en lo adelante los afectados, pero más que eso, un techo donde vivir.

“Gracias a Dios amanecimos en un albergue y no nos pasó nada, pero ahora no sé dónde voy a pasar los próximos días”, se lamentaba ayer Santana cuando los vientos del fenómeno atmosférico aún azotaban fuertemente el barrio Boba de la localidad de Nagua.

La mujer vivía en este sector, que se encuentra a escasos metros de la playa, con su hija y dos nietos de seis y cinco años de edad.

Al igual que ella se encuentran más de 80 familias de las provincias María Trinidad Sánchez y Samaná, a quienes Irma no les dejó más que el recuerdo del lugar donde han vivido por años.

Elizabeth Bencosme Álvarez es otra de las damnificadas por Irma cuya vivienda fue destruida.

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