Una de las principales promesas de la campaña electoral de la actual alcaldesa Carolina Mejía, durante el pasado torneo político, fue el remozamiento total del histórico estadio de béisbol de La Normal, ubicado en la zona Norte del Distrito Nacional.
Era, en el momento, su mayor prioridad a ejecutar en el sector deportivo, porque en todos los encuentros a los que asistí, siempre puso énfasis en ese proyecto.
Argumentaba que ese estadio, si se ponía en condiciones óptimas, significaría uno de los mayores pasos de avance para lograr el desarrollo de miles de niños y jóvenes que residen en los sectores aledaños a la edificación.
Siempre que me encuentro con la alcaldesa Mejía le recuerdo que tiene un compromiso con los residentes en los barrios de la parte Norte.
Me asegura que está consciente de ello, pero que ha sido imposible iniciar el proyecto, tal y como lo tiene proyectado, debido a una serie de trabas que han sido imposibles de resolver, constituyendo el principal obstáculo una estación de combustible que opera desde hace años en la avenida V Centenario, exactamente detrás de los jardines del estadio de La Normal.
El tiempo se acaba para que Carolina termine su mandato, estamos sólo a meses, por lo que le insto a que se ponga los pantalones largos y haga realidad ese importante proyecto, al igual que muchos otros de los que ha emprendido con bastante éxito.
De hacerlo, no hay duda de que miles de niños y jóvenes deportistas de esa zona se lo agradecerán por siempre.
Obras de ese tipo son perdurables, siempre se mantienen en la mente de quienes las ejecutan, como para quienes la reciben y le sacan el máximo provecho para el pleno desarrollo de sus actividades deportivas y recreativas.