El Plan Básico de Salud carece de sustento; urge revisar ley 87- 01

El Plan Básico de Salud carece de sustento; urge revisar ley 87- 01

El Plan Básico de Salud carece de sustento; urge revisar ley 87- 01

Santo Domingo.-El Plan Básico de Salud (PBS), actualmente llamado Plan de Servicio de Salud (PDSS), carece de un sustento técnico y científico según una investigación enfocada a este aspecto del Seguro Familiar de Salud (SFS) dada a conocer hace dos meses.

En principio, el informe con el título “El PBS/PDSS y el sistema de Priorización en Salud en la República Dominicana” justifica que al inicio del nuevo modelo de salud la nación no poseía datos para empezar, pero siete años después Magdalena Rathe sostiene que es imperativo que haya una revisión y que se haga a fondo, sobre todo con los criterios científicos y técnicos.

Los beneficios de este plan integral son los mismos para los afiliados de los regímenes subsidiado y contributivo, los cuales consisten, según la Ley 87-01, del Sistema Dominicano de Seguridad Social, en atenciones primarias de salud, materno infantil, prestaciones especializadas, hospitalización, farmacéuticas, exámenes, médicos especialistas, hospitalización quirúrgica y otros puntos más.

Urgente

“El PDSS afronta numerosos retos para consolidarse como herramienta de priorización y para proteger a toda la población”, sostiene el informe de 70 páginas.

Entre ellos cita que la protección financiera es relativamente baja (elevados co-pagos y topes de cobertura). Además se requiere cuantificar estos últimos y su impacto en las finanzas públicas, las del sistema y las de los hogares.

También se necesita dar seguimiento al gasto y financiamiento a la salud a través de las cuentas de salud, para saber hasta dónde es posible llegar, “Con la estructura del PDSS actual y el énfasis en las intervenciones de alto costo, será muy fácil llegar al tope sin cubrir las intervenciones de mayor prioridad que afectan al grueso de la población”, señala.

Se deben unificar los diferentes fondos hoy dispersos, debido a que hay irracionalidad en el gasto, existen programas paralelos – paciente protegidos, fondos especializados de Promese, accidentes de tránsito, de trabajo y otros fondos –sin existir un sistema de priorización adecuado.

Rathe, también presidenta de la Fundación Plenitud, dijo que se requiere trazar una estrategia sistémica que provea direccionalidad y coherencia al sistema de priorización en el país del cual el PDSS es uno de los productos.

Esta entidad fue la encargada de realizar dicha investigación con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La también economista citó que dentro del sistema es urgente fortalecer las metodologías y actualizar los costos del plan en ambos regímenes, para asegurar el equilibrio microeconómico del mismo.

“Lo que nosotros encontramos durante la investigación del estudio es que no existe la documentación de cómo se han realizado esos trabajos en la historia del sistema.

Puede ser que alguien diga que sí, que se hicieron con ese criterio, pero este no es de dominio público, no existe prueba de ello y nosotros no la pudimos encontrar. No hay evidencias de que se hayan basado en las necesidades de la población”, dijo.

En lo que concierne al contenido del PDSS, también se requieren importantes esfuerzos para asegurar que cubra adecuadamente las intervenciones dirigidas a los principales problemas de salud de la población del país, tomando en cuenta la carga de enfermedad.

Asimismo, se necesita que garantice la integralidad de la atención en las patologías cubiertas, así como el uso de las tecnologías más adecuadas y costos efectivos.

Sin fundamento

El estudio también revela que muchas de las decisiones para incluir o excluir los beneficios dentro del PDSS se hicieron sin fundamento y sin estudios técnicos, en el peor de los casos fue por presiones de grupos de poder.

Ante esto Rathe señala que no existe conciencia sobre el impacto que esto tiene en términos de la eficiencia en la asignación de los recursos en base a la prioridad de salud de la población, en la equidad y protección financiera de la población.

“Es necesario superar esta toma de decisiones en el sistema dominicano de salud y establecer una metodología que permita actualizar de manera periódica y legítima el PDSS”, dice uno de los textos.

Asimismo, indica que las instituciones del sistema, como el Ministerio de Salud Pública, Consejo Nacional de la Seguridad Social, Dida, Sisalril y la Comisión de Política Farmacéutica se articulen y logren una actualización del plan y de la cápita.

Otro punto que también toca la investigación es que no existe información de calidad para el cálculo de los costos del paquete del régimen subsidiado.

Mucho menos hay información sobre la prestación de servicios ni sobre la estructura de sus fuentes de financiamiento.

En definitiva, la investigación señala que la lección aprendida de este proceso es la necesidad de que se produzca y se analice información básica que permitiría realizar este trabajo de actualización del PBS con datos de utilización y costos locales.

Pese a existir esta información clave, “no se procesa de manera sistemática ni hay transparencia ni documentación sobre cómo se llevó a cabo el cálculo del costo de la cápita en el Régimen Contributivo”

La falta de estos procedimientos regulares para el ajuste de la cápita de ambos regímenes ha llevado a que constantemente los actores manifiesten problemas financieros.

“Es necesario un mecanismo técnico legítimo que garantice los recursos suficientes para la prestación del PDSS, por lo que es urgente un nuevo costeo para los regímenes contributivo y subsidiado”.

Este estudio reafirma la necesidad de que los pacientes entren por la puerta de entrada al sistema de salud, es decir a un Primer Nivel de Atención Primaria, en el cual esté adscrita toda la población en base a su lugar de residencia.

La razón, según consta en el estudio, ha sido “por la falta de una clara voluntad política para ello, quizás para enfrentar grupos de intereses que han manifestado oposición”.

Cobertura

Otro tipo de investigación realizada por la Encuesta Demográfica de Salud (Endesa) 2013 afirma que el 55 por ciento de la población está cubierta por un seguro de salud.

A pesar de tener un alto porcentaje de personas afiliadas al sistema muchos de los entrevistados expresaron “no saber” qué es la Seguridad Social.

El porcentaje de personas cubiertas es un poco más alto en las mujeres que en los hombres, es decir 58% contra un 51%.