El pesimismo del dominicano

El pesimismo del dominicano

El pesimismo del dominicano

Hugo López Morrobel

Por siglos, el pesimismo encajó tan profundo en la sociedad dominicana, que ni siquiera se creía en la posibilidad de lograr la independencia nacional, dado que quienes más podían contribuir o influir directa o indirectamente en ese proyecto, entendían que estaba destinado a un rotundo fracaso.

Esa idea caló tan profundo, que cualquiera que la planteara se le consideraba soñador, iluso y cándido, mejor no decir, “un loco viejo”.

El pesimismo existente en parte de la sociedad de entonces, motivó que el periodista , ensayista y cuentista montecristeño José Ramón López, tratara el tema a profundidad.
Habría que preguntarse si en realidad somos pesimistas per se, o que ese designio se propalaba con el único objetivo de hacerle creer a la población que la emancipación no era posible..

Todavía hoy, aunque no en la misma proporción, se incentiva la creencia de que no se pueden lograr avances significativos en renglones específicos, producto de ese pesimismo.
Sin temor a equívocos, la sociedad dominicana ha ido venciendo esa creencia inducida.

El mejor ejemplo de que el pesimismo está siendo derrotado, lo constituye el salto en todos los aspectos ha logrado el deporte, mediante actuaciones sobresalientes en todos los escenarios que compiten nuestros atletas.

Se puede afirmar, hoy más que nunca, que el optimismo impera en todos los sectores, y que el pesimismo está perdiendo la batalla, en algunas ocasiones por decisión dividida. unánime o también por la vía del nocaut fulminante.

La actuaciones de nuestros atletas, la casi totalidad provenientes de la marginalidad, es muestra fehaciente de que si el Estado ofrece oportunidades, se puede desarraigar por siempre ese pesimismo endémico por décadas.



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