Santo Domingo.-El pescado frito con el pasar de los años se ha convertido en el atractivo principal para visitar la playa de Boca Chica, destino ideal para vacacionar ya que se encuentra cercana a la capital.
A esto también se le agrega el yaniqueque, un bocadillo de tradición culinaria dominicana que es elaborado con harina de trigo, agua, sal y azúcar, frito en aceite o manteca.
Su precio en la actualidad oscila en los RD$50, mientras que la unidad del pescado frito va desde los RD$500, pero dependerá del tipo, el tamaño, la caseta donde lo vendan y su procedencia (de agua salada o dulce).
En un recorrido realizado por EL DÍA durante el feriado se pudo visualizar cómo cientos de familiares disfrutaban del sol, el viento, el agua salada y de los servicios que se ofertaban en estas.
Cercanía y economía
Ana Féliz, de 43 años, visitante de San Cristóbal, expresó que alrededor de tres veces al año visita la playa de Boca Chica junto a su familia, ya que el servicio de pescado frito que incluye ensalada verde, aguacate y fritos, “no se asemeja con otro que haya probado”.
Al preguntarle sobre el precio, dijo que este se encontraba económico ya que la cuenta hizo RD$2,000 por tres servicios, incluyendo dos refrescos y yaniqueques.
De su lado, Luis Pérez, de 38 años, quien acudió con cinco de sus familiares desde Villa Altagracia, sostuvo que a pesar de la mala fama por la que ha sido expuesto el destino, este sigue siendo “el más cercano y deseado” debido a su proximidad a la capital y por su economía.
“Si yo quiero pasar un momento tranquilo y darme una bañada vengo aquí, me como mi pescado, que lo compro a unos 600 pesos, que es de buen tamaño, y luego juego dominó”, apuntó mientras le servían lo que ordenó.
Otra manera de disfrutar y economizar, es que muchas familias traen desde sus casas sus comidas. Los platos que van desde espaguetis, moro de gandules y pollo horneado, siempre son una opción acertada a la hora de viajar a la playa.
Martha Veras, de San Pedro de Macorís, resaltó que cada familiar llevó al lugar algo de comida para así evitar comprar. Además, esta utilizó toallas y sillas para descansar en la arena.
Vertederos
— Preocupación
La acumulación de basura sigue siendo un dolor de cabeza para los munícipes, ya que temen que los residuos sólidos se conviertan en focos de contaminación y pongan en riesgo a la salud de niños y adultos.