En el recibimiento que ofreció el presidente Luis Abinader a los integrantes del equipo de Las Águilas, que representó al país y ganó invicto la Serie del Caribe en Mazatlán, México, se produjeron muchos momentos de grandes emociones, porque el que gana es el que goza.
En momentos de esa naturaleza se producen acontecimientos que tocan las fibras más intimas, lo que en la mayoría de los casos, se saca provecho a las pasiones que genera un triunfo como el obtenido.
Aprovechar esa coyuntura es natural del humano, que sabe que es muy difícil negar, por lo menos en público, pedidos como el que realizaron el presidente de la Liga y de las Águilas, Vitelio Mejía y Quilvio Hernández, respectivamente, para que el gobierno se comprometa a construir un moderno estadio, o mejorar significativamente los existentes.
Durante el acto, el presidente Abinader, que ha dado muestras de la importancia que tiene el béisbol para el país, tal y como lo manifestó cuando recibió el pasado mes, a peloteros en el Palacio Nacional.
Aunque no se refirió de inmediato al pedido, no hay duda, que lo pusieron a pensar en esa posibilidad, teniendo en cuenta que los estadios de donde se juega profesional, en su casi totalidad están obsoletos.
Estoy seguro que si el país no estuviera pasando por la crisis económica como la que ha generado el coronavirus, el presidente Abinader le hubiese dado el sí a la petición, porque de que estaba emocionado, estaba emocionado.