Con sombrillas, biblias y banderas en manos una multitud de evangélicos celebró la Batalla de la Fe en su versión número 60. Alberto calvo
Santo Domingo.-El presidente del Ministerio Batalla de La Fe, pastor Ezequiel Molina Rosario, aseguró que vivimos una época de gran expectación, abrumados por noticias que inquietan, negativas y catastróficas guerras, hambre, crisis políticas, violencia, delincuencia, plagas y nuevas enfermedades, mucha corrupción y falta de confianza en quienes gobiernan.
Durante la celebración de este encuentro en su versión número 60, también llamó a estar apercibidos, no sólo prestar atención a las alertas, sino también a enderezar los pasos, clamar a Dios por su perdón y proseguir su caminar hasta lograr la estatura de ese varón perfecto, la medida de la estatura de la plenitud de Cristo para agradar y servirle a él.
Igualmente abogó por que la población impacte en las instituciones de la comunidad, en los organismos sociales, en las juntas de vecinos y organizaciones políticas, no para hacer lo que todo el mundo hace, sino para transformar con el poder.
Molina Rosario destacó que en medio de todas las noticias inquietantes que están pasando en el mundo está la promesa bíblica de que Dios, el de la Biblia y el de los cristianos, no ha perdido el control y sus profetas y voceros ya están activados dando una alerta final.
“A pesar de todo lo que pueda estar aconteciendo en el mundo de la fe estamos tranquilos y en paz, porque sabemos que quien diseñó el planeta y ubicó al ser humano no está sujeto a errores de cálculos», señaló el pastor.
El pastor Ezequiel Molina Rosario durante su intervención en La Batalla de la Fe.
Celebración
El pastor Molina leyó su sermón ante una multitud de miles de evangélicos concentrados en el Estadio Olímpico Félix Sánchez para celebrar como cada día 1 de enero la “Batalla de La Fe”, encuentro que reúne a creyentes desde lugares cercanos hasta los más lejanos del país.
Los que se dieron cita en el lugar llevaban biblias, pañuelos, banderas, sombrillas y trompetas en manos adorando a Dios a través de cánticos, prédicas, exhortaciones y danzas.
El acto formal comenzó alrededor de las 4:00 de la tarde, como lo habían pautado por las autoridades evangélicas, las cuales año tras año realizan este evento para adorar a Dios.
Creyentes
Rosa Ángeles Pérez, de Manoguayabo, quien asistió con cinco de sus familiares por primera vez, lo hizo para adorar y darle la gracia a Dios por permitirle ver la luz de un año nuevo junto a los suyos y con salud.
Rosa Martínez, de Azua, sostuvo que este encuentro tiene el objetivo de reforzar la fe de los creyentes, los cuales están expuestos a enfrentar problemas y situaciones de índole mayor.
“Esto ha llegado para ayudarnos a seguir luchando y avanzando a pesar de los tiempos malos y de los problemas que tenemos que enfrentar en nuestra vida”, afirmó Martínez, entrevistada para El DÍA.
Miles de creyentes se dieron cita en el lugar para adorar a Dios.
Carmen Aybar, de Santo Domingo, expresó que cada año asiste a la Batalla de La Fe como una muestra de gratitud hacia Cristo, debido a su fidelidad, bondad y misericordia.
El encuentro cristiano fue celebrado bajo el tema “Alerta Final”, con el pastor Molina Rosario a la cabeza, presidente del Ministerio la Batalla de la Fe.
Participantes
Entre los asistentes estuvieron líderes pastorales de iglesias del país y dirigentes políticos, entre ellos la vicepresidenta de la República, Raquel Peña.
Asimismo, participaron adoradores cristianos como Isabelle Valdez, el Grupo Oasis Ministry, Patty Martínez, Misael J, Denicher Pol, Keren Montero, entre otros.
Desde su inicio en 1964, la Concentración Evangélica Nacional ha tenido la misión de expandir el evangelio y los principios cristianos en el país.
Esta versión fue transmitida por Color Visión, como canal principal junto a Cielo TV, del Ministerio la Batalla de la Fe, y Radio Televisión Dominicana.
Realización
— Costo
El montaje de este encuentro cuesta unos 15 millones de pesos. El 90 % es cubierto por ofrendas antes, durante y después del acto, el 5 % por empresas privadas y el 5 % restante es un aporte del Estado.
