Lima, Perú.-Los caceroleos, el golpear ollas y cacerolas en la vía pública no ha hecho caer gobierno alguno, pero le ha socavado las bases a más de un par.
Ahora, de llegar al poder impulsado por las cacerolas y las ollas no se registra ningún caso, aunque muchos dicen que por esa vía Gastón Acurio llegará a la Presidencia en Perú.
Acurio (46), el reconocido chef y empresario peruano con cerca de 40 restaurantes abiertos en el mundo, y más de 10 en su país, no disimulaba su contento hace unas semanas con la inauguración de Casa Moreyra, -nuevo asiento de su restaurante insignia Astrid&Gastón, considerado el No.1 de Latinoamérica y No. 15 del mundo según los rankings de la revista inglesa “Restaurant”,- a la que asistió la flor y nata de la cocina mundial (Ferran Adria de El Bulli, y Joan Roca de El Celler de Can Roca en Girona, hoy considerado el No. 1 del mundo, entre otros).
Por esos días, la misma prensa que anunciaba esa inauguración, publicaba una encuesta política que decía que el 84% de los peruanos sabía quién era Gastón – quizás solo el Nobel Mario Vargas Llosa lo supera- , pero además, que uno de cada cuatro lo votaría como presidente.
Y esto en relación a un hombre que no tiene actividad político-partidaria, que no es candidato a la Presidencia y que ha afirmado que no lo será en las próximas elecciones de 20l6. Tampoco quiere decir que Gastón Acurio no sea un hombre político y que no piense en el futuro. No asegura nada.
El que sigue es un resumen de una entrevista concedida a una revista local.
-Una encuesta política dice que un 23% de los peruanos lo votarían como presidente, pese a que usted no es candidato y ha anunciado que no lo va a ser. ¿Aún con esos datos usted mantiene su posición?
-Si, la mantengo, y por una razón muy fácil de explicar. Yo soy un miembro activo y permanente de todas estas cosas que están sucediendo en el Perú alrededor de la gastronomía y que son muy importantes para el país.
Importantes porque hablan de un nuevo país, orgulloso de su cultura, pero que quiere presentarse al mundo con una faz moderna, innovadora, e integradora de una sociedad que ha estado distanciada por razones históricas, sociales, económicas y raciales y que quiere aventar una realidad que niega oportunidades a los jóvenes y gente con talento .
Hoy hay una generación de jóvenes que se sienten libres y que quieren realizar sus sueños, lo que muchos de ellos creen conseguirlo como cocineros; a través de la cocina.
En concreto, como le dije, se cortaría un proceso que en este momento todavía requiere unos años para seguir avanzando y para consolidarse.
El lado bueno de esta historia es que ese 23% es un mensaje, es una voz que nos dice que los cocineros vamos por buen camino. .
-Usted habla de “este momento”, el que se prolongaría más allá de 2016, año en que serán las elecciones. ¿ Y después? Usted es muy joven.
-Después no sé. Yo no sé lo que va a pasar después. Es probable que en ese después nuestra clase política, y ojalá sea así, se vaya alineando a la velocidad de esta corriente que se genera en el pueblo para integrarse, avanzar, trabajar y crear riqueza., afirmando al mismo tiempo su identidad y su soberanía. Una corriente de un pueblo que quiere trabajar y no quiere caridad.
-Sabemos que ha faltado un hombre y un estilo nuevo. ¿prodría ser ese hombre Gastón Acurio?
-No. No a va ser Gastón. Pero yo siento que hay por ahí gente que se está preparando. Que es posible que comience a aparecer dentro de unos meses y comiencen a participar activamente.
– Gente que no reniega de la política ni condena a los políticos.
– Así es. Así como un cocinero se entrena y sigue entrenándose toda su vida para ser un buen cocinero y como tal ayudar a su país a avanzar, pero dentro del sistema, los ciudadanos tenemos el derecho a exigir a nuestros políticos que se entrenen para mejor cumplir sus funciones.
Para un cocinero el camino correcto no es político. El camino correcto es hacer bien lo que tiene que hacer, como lo tiene que hacer bien cada uno desde sus territorios, como lo tienen que hacer bien los médicos, los arquitectos y todos, para alcanzar los objetivos colectivos.
Como lo tienen que hacer los políticos, cuya tarea es trabajar y bregar por el bienestar de la gente y que como premio logran ser inmensamente grandes que es el reconocimiento y la confianza de esa gente.
-Llegado el caso usted fundaría un partido político?.
-Si se quiere, los cocineros somos un partido político. Somos un movimiento férreamente unido por principios y valores en los que creemos todos. Un movimiento que está conformado por personas que se dedican, desde diferentes posiciones económicas, culturales y sociales, a una misma tarea, pero a las que las une un sueño. De alguna forma somos un partido político.
– En ese caso se trata de un partido que trasciende las propias fronteras del Perú, quizás como lo fue en el pasado el APRA.
-Sin duda , América Latina ha estado dormida, por utilizar la palabra más dulce.
Cuando en el pasado en nuestro continente se luchó para dejar de ser colonia, no se dio el paso de crear una patria nueva. Se cedió o se sometió a directivas, formas y culturas foráneas, y esto se ha mantenido hasta hace muy poco.
Pero ahora se ha iniciado un rescate de nuestra identidad y eso, en Perú, se ha puesto en marcha hace unos 20 años y desde la cocina. Perú era uno de los países menos orgullosos de su cultura, y ha pasado a ser el país más orgulloso de sí mismo, hoy día. Y esto tiene que ser un movimiento latinoamericano.
Los cocineros lo estamos haciendo, estamos unidos en un movimiento libertario en torno a todas esas cosas comunes, pero ciertamente aún restan muchos comensales, por decirlo así, que no han comprendido de lo que se trata.
Sería un paso atrás frenar esto. ¿Cuál sería el peor escenario que podría llevar a nuestros pueblos al pasado?
Sería que nuestros pueblos pierdan la confianza en sí mismos, que se sientan avergonzados de su herencia cultural, de sus características multiculturales y multirraciales. Que volvamos a convertirnos en gente temerosa, que no quiere salir de su país porque temen que se le reconozca , que se le señale, que se le discrimine. Eso no va a pasar más..
-Se dice que comer es el primero y el último de los placeres y el primero y el último de los amores; ¿es por ello que siente que los cocineros o la cocina es un buen lugar desde donde impulsar un movimiento para ese cambio?
– Sí, pero sin confundirse, sin dejarse llevar por esa parte glamorosa que envuelve la profesión, sin creerse una estrella.
El cocinero es un medio. Y felizmente esto se ha visto y mucho, por una gran camada de cocineros jóvenes, que entienden y asumen que el cocinero es una pieza más para el logro de esos objetivos.
Una pieza como lo son los productores, los pescadores, los campesinos que trabajan la tierra o quienes se ocupan del medio ambiente.
Lo importante es que el cocinero desde ese mundo propio, donde juega la fantasía, la creación se transforme en un nexo entre todos esos mundos que coexisten y a partir de ahí se pueda crear un nuevo mundo, un mundo real , que sea aglutinador de todas esas actividades y de todos esos mundos que mueren si no se les conecta, si no se les expande, si no se les reconoce.
En fin, la cuestión es formar una nueva familia, consciente de lo que es, de cuales son sus fuerzas y muy unida en sus principios, valores y fines, que pueda conducir o ayudar en el avance de nuestras sociedades y que a la vez constituyan un freno para poderes del pasado que ya no caben.