Todavía el sábado al mediodía, a escasas horas de la clausura, algunos ciudadanos “no informados” eran impedidos de ingresar al Parque del Este, donde se realizaba el “IV Camporee Interamericano de Conquistadores Linaje de Campeones 2017”, que era como se llamaba la actividad montada allí durante la Semana Santa por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Camporee (campamento).
En mi caso particular pude ingresar, a pies, como periodista, y comprobar una asistencia masiva calculada en 20 mil personas procedentes de 42 naciones. Manifestaciones artísticas, recreativas, espirituales, deportivas (observé baloncesto, voleibol, fútbol), todas cargadas -como actividad religiosa- de gran entusiasmo y fanatismo.
La curiosidad me llevó a tener contacto con una reseña interna del evento del 7 de julio del año 2016, que establecía que el próximo encuentro sería en la Semana Santa de 2017 en Parque del Este, señal de que el actual ministro de Deportes, Danilo Díaz, se encontró con la sede asignada aparentemente desde el Palacio Nacional, donde aparecen fotos de los promotores extranjeros.
Luce ser una actividad sana, aunque pienso que se pudo hacer con espacio compartido con la población. Lo malo es que no se informara a la ciudadanía de manera transparente que durante la semana no estaría disponible ese lugar -deportivo y recreativo- utilizado también para el esparcimiento.
No aspiro a que se divulgue el valor de la renta (siempre es secreto de Estado), pero sería bueno que ahora se explique si hubo daños y si se cumplió y cuáles fueron las mejoras prometidas… ¡El palo está dado!… ¡Nos pechamos!