Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco visitó hoy por sorpresa la basílica de san Agustín en Campo Marzio, en Roma, para rezar ante la tumba de la madre del santo, santa Mónica.
Francisco ha permanecido en el Vaticano debido a la pandemia, limitando las visitas y sin contacto con los fieles, y solo salió por primera vez desde que en junio acabara en Italia el confinamiento a una visita por sorpresa el 5 de agosto a la basílica de Santa María la Mayor de Roma, por la que siente mucho apego.
La visita de hoy se produce cuando la Iglesia conmemora a Santa Mónica y el papa se detuvo a rezar en la capilla dedicada a la madre del obispo de Hipona. Después de la oración, el pontífice argentino regresó al Vaticano.
Durante el aislamiento decretado en Italia por el coronavirus, Francisco solo salió del Vaticano para celebrar una misa en la iglesia de Santo Spirito in Sassia, próxima a la plaza de San Pedro.
El coronavirus, que ha afectado a una decena de personas en el Estado de la Ciudad del Vaticano (el más pequeño del mundo, con menos de un millar de habitantes censados), ha frenado los actos del papa, que durante el confinamiento fueron en soledad y medidas de seguridad, pero retransmitidos en directo.
A partir del próximo 2 de septiembre, después de seis meses, el papa retomará las audiencias generales con fieles, aunque serán en el patio de San Dámaso y no en plaza de San Pedro.