El Papa pide que “la tierra y el dinero” vuelvan a ser “para todos"

El Papa pide que “la tierra y el dinero” vuelvan a ser “para todos»

El Papa pide que “la tierra y el dinero” vuelvan a ser “para todos»

Ciudad del Vaticano.- El papa deseó hoy que el Jubileo sirva para “construir una sociedad sin discriminación”, basada en la “repartición justa de los recursos” para que la tierra y el dinero sean “para todos».

“Sería bonito si la libertad, la tierra y el dinero volvieran a ser un bien para todos y no solo para algunos como ocurre en la actualidad. Si no me equivoco, sobre las cifras no estoy seguro, pero más o menos el 80 % de la riqueza de la humanidad está en manos de un 20 % de la gente”, lamentó Jorge Bergoglio.

Francisco afirmó en la audiencia general de este Miércoles de Ceniza que el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que concluirá el 20 de noviembre, es un tiempo que debe servir “para convertirse” y para mostrar generosidad y solidaridad con los demás.

“El Jubileo es para convertirse, para que nuestro corazón se haga más grande, más generoso, más lleno de Dios, con más amor, pero les digo una cosa, si el Jubileo no llega a los bolsillos, no es un verdadero Jubileo.

Esto está en la Biblia, no lo inventa este papa”, aseguró. Criticó que haya “muchas familias en las calles” que son “víctimas de la usura” y confió en que “esta usura se vuelva generosa».

“El mensaje bíblico es muy claro, abrirse a los demás para compartir y esto es misericordia. Hacer una tierra sin pobres es construir una sociedad sin discriminación basada en la solidaridad, en el compartir y en la repartición de justa de los recursos”, señaló.

Subrayó que “la tierra pertenece a Dios y ha sido confiada a los hombres como administradores” y que por eso “nadie puede hacerse con su control creando situaciones de desigualdad».

Durante la audiencia general el papa Francisco recordó a los miles de fieles presentes en la plaza de San Pedro del Vaticano que hoy comienza “el tiempo de la Cuaresma” en el calendario litúrgico católico y les animó a pedir “al Señor que ayude a abrir los corazones” para aprender a “vivir con la gente” de alrededor.

Finalmente, el papa Francisco se encomendó a las plegarias de los presentes de cara al viaje que emprenderá el próximo 12 de febrero hacia México y la histórica reunión que mantendrá ese día en Cuba con el patriarca Kiril, primado de la Iglesia ortodoxa rusa.