El papa Francisco advirtió ayer a los miembros de la Curia, que forman el gobierno de la Iglesia católica, que no se confíen “porque corren más que nadie el peligro de “creerse los mejores” y de pensar que no necesitan “una conversión”.
Y advirtió que justo ellos, que viven dentro de los muros vaticanos, corren “mayor peligro.