CIUDAD DEL VATICANO.-El papa Francisco defendió el papel de la Iglesia católica en la lucha contra los abusos sexuales a niños y reconoció que no le gusta que lo idealicen como si fuera «Superman», en una entrevista con el diario italiano Il Corriere della Sera al cumplirse un año de su pontificado.
«Me gusta estar entre la gente, junto a los que sufren y andar por las parroquias», confesó el papa en la larga y sorprendente entrevista en la que se reivindica como una persona normal.
«Pintar al papa como si fuese una especie de Superman, una especie de estrella, me resulta ofensivo. El papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos.
Es una persona normal», aseguró. El pontífice argentino, a punto de celebrar su primer año de pontificado, dijo que sé ha idealizado su persona a raíz de la «franciscomanía» desatada en el mundo tras su elección el 13 de marzo de 2013 gracias a su estilo simple y directo.
«No me gustan las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología del papa Francisco. Cuando se dice, por ejemplo, que salgo de noche del Vaticano para ir a darles de comer a los mendigos de Via Ottaviano… Jamás se me ocurriría. Sigmund Freud decía, si no me equivoco, que en toda idealización hay una agresión», afirmó.
«Nadie ha hecho más»
En la entrevista, publicada también en forma simultánea y exclusiva por el diario argentino La Nación, el papa argentino aborda uno de los temas más espinosos para la iglesia católica, desprestigiada y sacudida por los escándalos de abusos sexuales de menores cometidos por curas pedófilos.
«Nadie ha hecho más» que la iglesia católica en la lucha contra la pederastia y «es quizá la única institución pública que se ha movido con transparencia y responsabilidad», afirmó.
«Ningún otro hizo tanto. Y, sin embargo, la Iglesia es la única en ser atacada», comentó. Se trata de una respuesta indirecta al informe de la ONU publicado en febrero en el que acusa a la milenaria institución de seguir encubriendo la pedofilia de los curas en numerosos países.
«Las estadísticas sobre el fenómeno de la violencia contra los chicos son impresionantes, pero muestran con claridad que la gran mayoría de los abusos provienen del entorno familiar y de la gente cercana», explicó el pontífice. Para Francisco, su predecesor, Benedicto XVI, fue «muy valiente» al abrir esa batalla.
Francisco «no tenía ningún proyecto» para cambiar la Iglesia»
El pontífice argentino confiesa que cuando fue elegido «no tenía ningún proyecto para cambiar la Iglesia» y que está aplicando las sugerencias de los cardenales presentadas durante las reuniones previas al cónclave tras la histórica renuncia del papa alemán.
Interrogado sobre temas como la bioética y la moral sexual y la condena de la iglesia al aborto y a la eutanasia, el papa aseguró que «nunca entendí la expresión ‘valores no negociables’.
Los valores son valores y basta», zanjó. «Lo que tenía para decir sobre el tema de la vida lo he dejado por escrito en ‘Evangelii Gaudium'», explicó refiriéndose a su primera exhortación apostólica.
El pontífice promete una «reflexión profunda» sobre la crisis de la familia contemporánea y abre las puertas de la Iglesia a las parejas de hecho y a los divorciados que se vuelven a casar.
«Se trata de pactos de convivencia de distinta naturaleza. Hay que ver los distintos casos y valorarlos», explicó. Como ha repetido en varias ocasiones, el papa defiende un lugar importante para las mujeres dentro de la Iglesia, condena la eutanasia y el «ensañamiento terapéutico» y aconseja los «cuidados paliativos» para los enfermos terminales.
«En casos específicos, de ser necesarios, conviene recurrir al consejo de los especialistas», agrega Francisco con notable pragmatismo. Como anécdota el papa confesó que tuvo una novia a los 17 años y que cuando estaba en el seminario una chica le hizo «girar la cabeza durante una semana», contó.
«Eran cosas de jóvenes. Hablé luego con el confesor», explicó con una gran sonrisa en la tercera entrevista que concede en un año a un medio de prensa italiano.