CIUDAD DEL VATICANO.— El papa Francisco ofreció su homilía del Domingo de Ramos y lamentó la “indiferencia” de todos ante la crisis de migrantes de Europa, comparándola con lo que ocurrió antes de la crucifixión de Jesús, cuando según la tradición cristiana, las autoridades locales se lavaron las manos y dejaron la decisión a otros.
El pontífice bendijo el domingo palmas y ramas de olivo sostenidas por los fieles en la plaza de San Pedro, al comienzo de las celebraciones de la Semana Santa en el Vaticano.
En su homilía del Domingo de Ramos, el papa lamentó la “indiferencia” de todos los que no quieren asumir la responsabilidad de decidir el destino de los refugiados que acuden en masa a Europa.
El pontífice hizo una comparación con lo que ocurrió con Jesús. Las celebraciones comenzaron con una procesión por la plaza abarrotada. Cardenales, sacerdotes y católicos de a pie alzaban ramas de olivo y palmas en recuerdo a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén antes de su inminente muerte crucificado.
A Jesús “se le negó toda vía hacia la justicia”, declaró el papa. “Jesús sufrió también en su propia carne la indiferencia porque nadie quiso tomar responsabilidad por su futuro”.
“Y pienso en tanta gente, tantos que están al margen, tantos refugiados” para quienes “mucha gente no quiere asumir la responsabilidad por su destino”, dijo el pontífice en referencia a los refugiados.
En un esfuerzo por poner fin al tráfico de migrantes, la UE llegó a un acuerdo con Turquía hace pocos días para llevar de regreso a Turquía a los refugiados que lleguen a las islas griegas.
El acuerdo debía comenzar a implementarse el domingo. Tras la misa, el papa sonriente dio la bienvenida a decenas de miles de personas al pasear por le plaza con su Papamóvil, e incluso dejó que algunos niños se monten en el vehículo.