El contrato que firmó el torpedero dominicano Fernando Tatis Jr. con los Padres de San Diego, por14 años y 340 millones de dólares, impactó a todo el mundo del béisbol, por la cantidad envuelta y lo extenso en el tiempo, este último elemento, de muy dolorosa experiencia para la mayoría de las organizaciones que tienen presente los ejemplos más llamativos de que no siempre es el mejor negocio, el de Albert Pujols con los Angelinos y de Giancarlo Stanton con los Marlins.
Sin embargo, Tatis Jr. con apenas 22 años de edad y con perfil de convertirse en un fenómeno dentro y fuera del terreno, tiene muchas probabilidades de dejar satisfechas a las partes envueltas, porque con buenas temporadas solo en los próximos 10 años, ya estaría arrojando resultados económicos muy favorables.
El tema de conversación en casi todos los estamentos de la sociedad dominicana se centró ayer en ese contrato, dejando en un segundo plano las alzas de precios artículos de primera necesidad, el programa de vacunación contra el covid-19 y el casi seguro incremento en el precio de los combustibles, que lleva semanas en ascenso.
El petromacorisano se une al cuarteto integrado por Alex Rodríguez, quien lo logró dos veces, Albert Pujols , Robinson Canó y Manny Machado, como los dominicanos que han pactado por más de 200 millones de dólares.
Tatis y Machado juegan con los Padres, equipo que tendrá por muchos años un cuadro interior de lujo, y que unido a otros jugadores de gran talento tienen amplias posibilidades de ganar varias Series Mundiales, aunque en béisbol cualquier cosa puede pasar, por lo que no se puede asegurar nada aunque se tenga un verdadero “trabuco”.
El otro criollo que se unirá a este cuarteto el próximo año, y cuidado si con mucho más dinero que los antes señalados, será el jardinero Juan Soto de los Nacionales de Washington, a quien el equipo le ha estado lanzando piropos y “enamorándolo” abiertamente para que firme un contrato de largo alcance; sin embargo, su experimentado agente Scott Boras sabe perfectamente que lo ofrecido está muy, pero muy lejos de su real valor.
RADARES.- Los tres caimanes que rescataron ayer en una residencia del ex lanzador José Rijo, en San Cristóbal, estaban abandonados a su suerte, porque los cuidadores en vez de echarles los alimentos que estaban asignados, se los llevaban para sus respectivas casas. ¡Qué bonito!