Santo Domingo.-En materia de educación la República Dominicana aun tiene una calificación pésima, según expresó la expresidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) María Teresa Cabrera.
Señala que si realmente la nación quiere lograr la tan pregonada revolución educativa deberá volver a reencontrarse con los fines de la educación, partiendo de las tres preguntas que todo sistema educativo debe hacerse.
“Qué tipo de ser humano es el que queremos formar, y cuando sea respondida esta pregunta, entonces, cómo lo vamos a formar, y para qué tipo de sociedad”, indica.
Sostiene que el sistema debe, en primer lugar, cuidar la calidad, y además debe buscar la integración de la familia con los maestros en las escuelas, como forma de garantizar una educación integral.
Modelos a replicar
La maestra cita el logro de la incorporación del desayuno escolar y el almuerzo en la tanda extendida.
“A nosotros nos parece importante y lo vemos como un insumo, que los niños tengan desayuno y almuerzo en las escuelas, en este caso como lo es en las tandas extendidas”, indica.
Sin embargo, las constantes denuncias por parte de los estudiantes, familiares y maestros de la calidad en los alimentos que se sirven en los centros pone en riesgo ese alcance conquistado en mejorar del sistema.
Por tal razón, el tema de la calidad hay que cuidarlo, sostiene.
“Yo creo que ha habido mucha improvisación, como una oportunidad de negocio para algunos compañeros, y a veces eso ha pesado más que el criterio de la experiencia, de las condiciones que deben darse, para que una persona, o un negocio pueda dar ese servicio”, explica.
Resaltó que en primer lugar se debe cuidar este aspecto, porque el Estado hace una gran inversión y “segundo, porque da respuesta a una necesidad en el contexto de la pobreza y la desigualdad tan terrible como las que afectan a la República Dominicana, que los niños puedan tener desayuno y almuerzo en las escuelas, es muy importante”.
Añade que el programa del desayuno escolar fue el primero en implementarse y existen varias modalidades, pero la más exitosa es donde se preparan los alimentos en la misma comunidad.
Cabrera cree que dentro de los distintos niveles que tiene el desayuno escolar “hay una modalidad que es donde se preparan los alimentos en la misma comunidad, esa ha sido la más triunfante”.
Esto así porque “nunca ha habido intoxicación. Es fresco, la calidad es segura, en términos de nutrientes es más equilibrado, hay una lógica menos mercantilista de quienes lo preparan”.
Apoya que ese modelo se replique en otros lugares.
“Aquí se ha hecho una inversión en construir escuelas con comedores con cocinas preparadas y equipadas. ¿Por qué no se utilizan?, porque hay una lógica de no afectar intereses de quienes están involucrados en estos negocios, que quedarían fuera si se preparan en las escuelas”, añade.
La lucha del 4 % para la educación
Al cuestionarla sobre la lucha por la inversión del 4 por ciento, afirma que el tema educativo nunca estuvo tan en la agenda como a partir de ese proceso.
Indica que no hay duda de que “hay logros, aunque no se construyeron las 28 mil aulas como lo prometió el presidente Danilo Medina en el periodo pasado y solo se construyeron 14 mil, y eso es importante”.
Lamenta que el proceso de construcción de las nuevas escuelas estuvo empañado por la muerte de un ingeniero en las oficinas de la a Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), como también las denuncias de sobrevaluación en la compra de los terrenos, “que no existieran razones ni factores que dieran lugar a esos hechos”.
Cree que si se usan los “recursos con más transparencia, escuelas que salen por 50 millones y el costo real es de 40, tú dispones de 10 millones para suplir otras necesidades en otras comunidades”.
Entiende el fenómeno educativo como un proceso que está impactado por varios procesos y que tienen que ser atendidos simultáneamente.
En ese sentido hay que poner énfasis en el tema de la calidad y en el acceso.