Hoy se inicia un nuevo gobierno. Luis Abinader, acaba de asumir la presidencia de la Republica, justamente, en un momento en que el mundo atraviesa una difícil situación económica y sanitaria a causa del coronavirus.
RD no es la excepción. Alguien dijo“es un pais roto” y efectivamente, desde diferentes vertientes y de manera inesperada, han surgido males, produciendo heridas dolorosas en la población, que nos duelen.
Para salir adelante, las nuevas autoridades requieren de la unión, desinterés, del esfuerzo de la colectividad; necesitan de un caminar juntos hacia la misma meta: trabajar sin descanso en pro de la estabilidad, paz y progreso.
La población esta tensa, desconfiada, puesa causa de la pandemia ha tenido que estar confinada, encerrada y a los dominicanos nos gusta trabajar, pero también divertirnos, ¡estar en libertad! Sin desesperarnos, todos debemos cooperar para controlar los males.
Debemos ser realista, la situación se ha complicado porque la economía estamuy lastimada por variables sanitarias.
Cuidándonos de la pandemia hay muchos negocios cerrados y las escuelas también, no hay donde chiripear, el turismo disminuido, mientras los centros hospitalarios están llenos.
Las nuevas autoridades deben pensar, serenamente, sin apasionamiento, en las prioridades para organizar y desarrollar la nación; esto requiere que los expertos en protestar y movilizar la gente para exigir, le den una tregua.
Ellas no llevan una varita mágica para resolver los problemas; tampoco funciona esgrimir la demagogia para calmar la angustia de la gente.
En este momento, el mejor aporte, la mejor ayuda que podamos darle a las nuevas autoridades, es tiempo para que reciban sus áreas, conozcan de los recursos de que disponen, se organicen y planifiquen lo mejor posible.
Es obvio, que hay tareas impostergables. Cada día la gente necesita comer, por tanto, no tendrán otra opción que seguir con los planes de ayuda social vigente para que los más pobres, no pasen hambre.
Confió en que las autoridades focalicen sus esfuerzos entres ejes principales: dinamizar el sector productivo en la medida que se lo permitan las circunstancias; focalizar, puntualmente, todo lo que tiene que ver con salud, cumpliendo así la promesa del Presidente Abinader; buscar los mecanismos más adecuado para que los estudiantes continúen su formación y darle apoyo a todas las entidades que inciden en el sector educativo, pues en las actuales circunstancia los propietarios de colegios y docentes están en situación vulnerable
Esperemos, calmados, que las nuevas autoridades, tanto del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se acomoden, revisen las carpetas y arranquen de inmediato, con su trabajo; confiemos en que tomarán las mejores medidas para organizar el país, disminuir la burocracia, reducir los gastos, erradicar la corrupción y la impunidad, ayudar de manera efectiva a controlar la pandemia y al desarrollo de la nación.
Todo parece indicar que así será , por la calidad de los hombres y mujeres honestos, talentosos, capacitados, que hoy han sido designados en importantes posiciones y quienes, de seguro, si piensan en el bien común, buscaran darle oportunidad a diferentes sectores de que desarrollen sus potencialidades, siembren semillas en su hábitat y contribuyan a elevar el nivel de vida de las comunidades.
Pido a Dios, ¡con mucha fe!, que ilumine alas nuevas autoridades, el mejor camino rumbo al desarrollo armónico y equilibrado de la nación y que nunca se desvíen.