SANTO DOMINGO.-Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan a que cada año alrededor de 1.35 millones de personas mueren como consecuencia de accidentes de tránsito.
Este tema está colocado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, donde se ha fijado la meta con respeto a la seguridad vial de reducir a la mitad el número de defunciones y lesiones causadas por los accidentes de tránsito.
La República Dominicana se encuentra en los primeros lugares, según los “rankings” internacionales, donde más accidentes ocurren, a pesar de los trabajos del Gobierno para cambiar ese escenario.
Estos datos preocupan a los doctores Isabel Santana y José Aponte, directores del Ney Arias Lora y Darío Contreras, respectivamente.
Las cifras hablan
Las cifras de esos centros hablan de la cantidad de personas que reciben como consecuencia de los accidentes viales.
Ambos exponen que para lograr hacer un cambio, urge que la población se integre, y eso se hace al empezar a respetar las leyes y normas que existen para conducir en cualquier vía.
“En el año 2018, el hospital Ney Arias Lora registró 8,864 accidentados, la mayoría de ellos son jóvenes adultos en edad productiva. Realizamos de manera constante charlas en las comunidades y centros educativos, donde los lesionados son los que ofrecen su testimonio y con el personal médico buscamos crear conciencia para reducir estas cifras. Aprovechamos cualquier escenario para apelar a la población, porque sin la integración de esta será imposible reducirlas”, explica la doctora Ysabel Santana.
De igual manera, el doctor José Aponte precisa que ellos registraron más del doble de accidentados que el año pasado, es decir 18,000.
“Estamos trabajando de manera articulada con miras a reducir la cantidad de fallecidos por esta causa. Pero en el proceso somos una pieza del engranaje. Requerimos que la población haga la parte que le toca, sobre todo los conductores”, manifestó.
Las lesiones
Aponte destaca que las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y los países en su conjunto.
Mientras que Santana agregó: “Esas pérdidas son consecuencia de los costos del tratamiento y de la pérdida de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas por sus lesiones, y del tiempo de trabajo o estudio que los familiares de los lesionados deben distraer para atenderlos”.
La reforma
Franchesca de los Santos, directora del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, explicó que en el país se viene dando una reforma institucional sustancial a partir de la aprobación de la Ley 63-17, de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, y la forma en que ha empezado a impactar el factor humano, causante de entre el 70% y el 92% de los siniestros viales.
— Cobertura
El Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) autorizó servicios a sus prestadores (hospitales, clínicas y laboratorios) para cubrir accidentes de tránsito por un monto de 696 millones.