El caso David Ortiz, sin quizás, el atleta más popular en toda la historia del deporte dominicano, es una muestra más que fehaciente de lo expuesto que está el ciudadano de ser víctima de la criminalidad en todas sus vertientes.
El común de los ciudadanos de este país jamás pensó que una figura de la dimensión de David, podría ser objeto de un atentado de tan baja calaña.
Sin embargo, la realidad es que hoy todos, incluso una gran parte de la sociedad estadounidense, donde Ortiz es un referente, lamentan esta tragedia en un lugar de diversión, donde recientemente también fue herido de bala un coronel de la Fuerza Aérea.
Siempre he sostenido que nuestra Policía es una de las mejores del mundo, que resuelve los casos en muy pocas horas, cuando pone todo su empeño.
Por lo tanto, llama poderosamente la atención, que un caso aparentemente fácil, dado que las cámaras diseminadas en todo el sector captaron gran parte de los hechos, y con uno de los dos implicados materiales detenidos, todavía, a casi 72 horas, no se haya concluido, ofreciendo con lujo de detalles quiénes son los responsables intelectuales de ese intento de homicidio.
Este hecho lamentable debe servir de ejemplo a hombres y mujeres, de que sin tener que perder la humildad, en estos tiempos se debe estar ojo avizor, bastante “chivos”, por lo que no hay que traspasar, bajo ningún concepto, las líneas limítrofes del populismo.
Al momento de estar leyendo esta columna, espero que la Policía haya resuelto este caso lamentable, donde aparte de David, también resultó herido Jhoel López, excelente presentador y animador de televisión. ¡Manos a la obra! La sociedad quiere resultados. !Ya!