La investigadora estadounidense Emily Nagoski estaba calificando unos exámenes finales de su clase de sexualidad femenina cuando comenzó a notar algo que la hizo llorar.
Nagoski les había pedido a sus estudiantes universitarias que escribieran una cosa importante que habían aprendido en todo el curso semestral.
«Pensé que responderían términos científicos que les había enseñado. Pero no; más de la mitad de ellas, en una clase de 187, dijeron: ‘Aprendí que soy normal, aprendí que porque sea diferente de otras mujeres, eso no significa que hay algo malo en mí'».
«Estaba sentada en mi escritorio, poniendo las calificaciones con lágrimas en los ojos», le dice la académica a BBC Mundo.
Fue en ese momento que Nagoski decidió escribir un libro llamado Come as you are («Ven tal como eres», en español), que en 2015 entró en la prestigiosa lista de los libros mejor vendidos del diario The New York Times.
La autora, quien estudió sexualidad humana en la Universidad de Indiana (EE.UU.), dice que a través de las respuestas de sus alumnas, notó que la información que más se difunde sobre la sexualidad de la mujer está «basada en la moralidad, no está estudiada científicamente o tiene el fin de establecer un ideal sexual».
En el libro, Nagoski reúne decenas de testimonios de mujeres que compartieron con ella sus inquietudes acerca de su sexualidad. Además, la autora presenta evidencias y teorías científicas recientes que exploran la complejidad del asunto.
Lo mismo están haciendo otros investigadores y especialistas médicos, dedicados a nutrir plataformas amenas e informativas que poco o nada tienen que ver con los consejos sobre sexo que aparecen en las revistas de moda y celebridades.
Son proyectos que, con sustento científico pero sin un denso lenguaje académico, están planteando opciones para que las mujeres se empoderen a través de su disfrute sexual.
Y están estableciendo puentes para que sean ellas mismas las que conversen sobre el tema.
Explícito y metódico
Una mujer sonríe a la cámara y explica su método más efectivo para alcanzar un orgasmo mediante la masturbación.
En otra toma, aparece ella misma haciendo una demostración de su técnica. El video parece mucho más un tutorial que una escena de pornografía.
Este y otros videos protagonizados por mujeres de diferentes edades, razas y cuerpos forman parte del proyecto web OMGYes, lanzado en diciembre de 2015 por Lydia Daniller y Rob Perkins, pero que alcanzó la fama en 2016 cuando la actriz Emma Watson lo recomendó públicamente.
Katie Sherwin, quien trabaja en el equipo de 20 personas de la web con sede en California (EE.UU.), le dice a BBC Mundo que el contenido es explícito con el fin de «transmitir estas técnicas íntimas de manera práctica y directa».
Para elaborar la página web, llevaron a cabo más de mil entrevistas en profundidad con mujeres. Y luego desarrollaron un estudio a escala nacional con otras más de mil mujeres y en colaboración con la Universidad de Indiana y el Instituto Kinsey, ambos de EE.UU.
Sherwin explica que cuando analizaron toda la data, identificaron patrones que se repetían. A partir de allí, crearon 12 «métodos clave» que sirven de guía para alcanzar mayor placer sexual.
Nos han enseñado que en el sexo heterosexual hay una progresión entre erección, penetración y orgasmo. ¿Dónde está escrito esto?»
María Fernanda Peraza, andróloga y fundadora de la web GetMine
Para los creadores de OMGYes, había una preocupación por la forma en que se ha representado culturalmente el placer sexual tanto de las mujeres como de los hombres.
«En las películas de Hollywood ves cómo no existe una comunicación. Nadie da instrucciones; es como si el hombre o la mujer supieran de inmediato cómo alcanzar el orgasmo y además lo hacen al mismo tiempo y en pocos minutos», dice Sherwin.
Sin embargo, señalan tanto Sherwin como la autora Emily Nagoski, una serie de estudios científicos ha encontrado que la respuesta sexual de hombres y mujeres es diferente, cada una en su complejidad.
Otro de los enfoques de ambas iniciativas es que la mujer, a través de la exploración íntima y la información, entienda en primer lugar su sexualidad, para así poder comunicarla.
Sherwin señala que en la web de OMGYes hay un capítulo llamado «Signaling» («apuntar», en español) que enseña sobre cómo establecer una retroalimentación verbal con la pareja sobre el sexo y el placer.
Para que alguien sepa qué influencia tiene la experiencia del otro sobre su placer sexual, tiene que sentarse y pensar en cómo ha sido su propia experiencia»
Por ejemplo, dice Sherwin, buscan desmontar la percepción a menudo generalizada de que un orgasmo en una pareja heterosexual sólo es posible mediante la penetración. Y que hay varias formas de sentir placer.
«La idea es ayudar a la mujer a que no se sienta presionada. Que disfrute nada más y, si llega al orgasmo o no, da lo mismo», dice Sherwin.
Conectar con el cuerpo
La andróloga venezolana María Fernanda Peraza, quien vive en Barcelona, creó una plataforma web sobre mujeres y sexualidad tras ver que sus pacientes se sentían incómodas con su cuerpo.
«A mi consulta llegaban mujeres de 60 años que nunca se habían visto sus genitales», le dice a BBC Mundo.
La especialista señala que no le sorprende que esto pase, pues «a las mujeres nos han habituado socialmente a que escondamos esa parte de nosotras o nos sintamos avergonzadas».
Por eso hace un año y medio lanzó la web GetMine Healthy Pleasure, con contenido enteramente en español.
En el sitio se puede descargar una guía sobre el orgasmo que escribió la propia Peraza y una serie de artículos que abordan la sexualidad como una parte clave de la salud mental y física.
«El orgasmo y otras formas de placer deben ser responsabilidad de la propia mujer, que mientras tenga más información, tendrá más poder para sentirse bien», dice Peraza.
La experta dice haber notado, además, que la información disponible en línea suele «satanizar, hipersexualizar o brindar instrucciones médicas de salud sexual».
«O nos hacen ver el sexo como algo negativo o nos dan supuestos consejos para tener un desempeño magnífico que no se ajustan a la realidad», acota.
Enviar un mensaje de «tranquila, eres normal», es lo que procuran hacer los expertos detrás de estas tres iniciativas.
Desde que se publicó su libro, la autora Emily Nagoski cambió las aulas por salas de conferencia y librerías desde donde ha notado con entusiasmo un deseo de compartir experiencias de parte de las mujeres que van a escucharla.
«Me encanta que sean más las que quieran hablar sobre su sexualidad», dice. «Es reconocer que todos somos diferentes y que podemos aprender el uno del otro».